Por el Departamento Editorial. ![]()
Una nueva sanción millonaria impuso esta semana el Departamento de Servicios Financieros de Nueva York a una entidad financiera extranjera. En esta ocasión, la multa fue para el Barclays PLC, que deberá pagar de US$ 15 millones por violar el programa de denuncias internas, conocido como el “programa del soplón”.
El regulador encontró deficiencias en los controles, el gobierno y la cultura corporativa de la sucursal neoyorquina, “que permitieron una secuencia de eventos que podrían haber tenido un impacto perjudicial en la eficacia del programa de denuncia de Barclays. Varios miembros de la alta gerencia no siguieron, ni aplicaron las políticas y procedimientos de denuncia de irregularidades”.
Las investigaciones indicaron que el principal responsable de las violaciones fue el director ejecutivo, Jes Staley, quien en el verano de 2016 instruyó a su jefe de seguridad para que iniciara una investigación, con la finalidad de identificar al autor de dos cartas con críticas en su contra, que fueron firmadas por “John Q. Public”, quien se identificó como un accionista antiguo en Barclays. Las comunicaciones también criticaban a Staley por ser el responsable de la contratación de un excompañero de trabajo y amigo.
Esta medida no solo era violatoria del programa de denuncias instaurado en Barclays, sino de las mismas regulaciones financieras vigentes en el Estado de Nueva York. Además, Staley ignoró las reiteradas recomendaciones del Oficial de Cumplimiento de la entidad, quien sugería no iniciar el proceso por ser violatorio de las normas.
Además de la multa, Barclays firmó un acuerdo en el que se comprometió a presentar un plan detallado para mejorar su programa de denuncia e implementar procesos para que la Junta de Directores tenga una mayor supervisión del programa.
“Siempre he reconocido que mi participación personal en este asunto fue inapropiada y me he disculpado por los errores que cometí”, indicó Staley en un comunicado emitido en mayo de este año, cuando la Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido le impuso una multa de £642,430 (US$ 868,501) por el mismo caso.




