El gigante banco estadounidense Wachovia confirmó el martes que terminó las relaciones corresponsales con Middle East and Africa Bank por posibles vínculos con Hezbollah.
Wachovia, con activos por más de US$540.000 millones y 3.000 oficinas en 16 estados de EE.UU., tomó la decisión luego de que un noticiero de información de EE.UU. reportara que Hezbollah, el grupo islámico de resistencia, pidiera que las donaciones para respaldar sus esfuerzos se realizaran en las sucursales de Middle East and Africa Bank.
En un comunicado, Wachovia dijo que analizó detalladamente sus relaciones con Middle East and Africa Bank y que “está terminando inmediatamente la relación”.
El informe periodístico de la cadena NBC señaló que las fuerzas israelíes están apuntando a bancos en el Líbano que creen están financiando actividades de Hezbollah.
Ejecutivos del banco señalaron a la estación televisiva que alguien intentó abrir una cuenta sospechosa, pero que el banco nunca aceptó fondos y que el empleado que participó de esta operación fue echado.
La declaración de Wachovia señala que la compañía cuenta con “rigurosas políticas y procedimientos para monitorear cuentas y asegurarse que cumplen con la USA Patriot, incluyendo la negativa a tener relaciones con una organización que el gobierno de EE.UU. identificó como terrorista o que apoya al terrorismo”.
Los expertos señalan que la decisión de Wachovia no sorprende, dada la presión que los reguladores están poniendo sobre bancos y otras instituciones financieras para asegurarse que cuenten con políticas y procedimientos para identificar cuentas que pueden tener vínculos con criminales o terroristas.
La Red de Control de Crímenes Financieros, o FinCEN, define a una cuenta corresponsal como cualquier cuenta en una institución de EE.UU. para una firma extranjera para recibir depósitos, realizar pagos, desembolsar fondos o realizar cualquier otro tipo de transacción para la entidad extranjera.
Política
Legisladores estadounidenses apuntaron a estos tipos de cuentas con regulaciones propuestas en 2002, tras citar información provista por un subcomité del Senado que señalaba que cuentas utilizadas por instituciones extranjeras eran utilizadas en gran medida por altas figuras políticas extranjeras para esconder decenas de millones de dólares de dinero sucio. Esas regulaciones propuestas se convirtieron en finales este año.
Bancos, corredores de valores y de futuros, introducing brokers y fondos de inversión tenían hasta el 5 de julio para analizar y categorizar el riesgo que representan estas nuevas cuentas. Estos sectores tenían que hacer lo mismo para sus cuentas existentes y tienen plazo hasta octubre.
Medidas más fuertes
En los últimos años, varios bancos extranjeros con operaciones en EE.UU. han sido castigados con multas y penalidades, incluyendo Asian Bank, Banco de Chile, Bangkok Bank e Israel Discount Bank, por nombrar algunos.
La decisión de Wachovia sigue a una serie de medidas de fuerza que involucran bancos corresponsales extranjeros, dijo Michael Dawson, director de Promontory Financial Group, un grupo consultor con sede en Washington.
Los bancos no quieren correr ningún tipo de riesgo en las áreas que preocupan a los reguladores porque “el cumplimiento y los riesgos antilavado son algunos de los riesgos más importantes que enfrentan”, dijo Dawson. “La mayoría de los bancos han tomado medidas agresivas para manejar esos riesgos”.




