A pesar de que la industria petrolera mantiene rígidos controles sobre la producción y la comercialización, su nexo directo con gobiernos parece haberla convertido en un canal muy atractivo para la malversación de fondos públicos y su posterior blanqueo.

Casos recientes a lo largo del globo han demostrado cómo el sector de los hidrocarburos ha sido penetrado por criminales de cuello blanco que se aprovechan de un sector que tiene ciertas características muy atractivas para los criminales: enormes cantidades de dinero, gran tecnicismo y especialización, operatoria internacional y coexistencia directa público/privada.

En la mayoría de los casos descubiertos en los últimos años por las autoridades de diversas jurisdicciones, el esquema metodológico presenta elementos comunes asociados a la práctica de la corrupción pública, según explicó el experto antilavado Ricardo Sabella: “Cuando una empresa gana una licitación se establecen distintos tipos de contratos por alto valor con otros proveedores o subcontratistas. Luego se generan transacciones que van a las empresas subcontratistas cómplices y de ahí se distribuyen hacia terceros, que pueden ser personas jurídicas o físicas”.

Sabella, quien es socio director de la consultora internacional BST Global Consulting, agregó que “esos recursos que se distribuyen vuelven justamente al órgano corrupto, es decir, al funcionario público, quien recibe los sobornos o los activos provenientes del acto de corrupción”.

Un elemento común de los casos de corrupción –según indica el GAFI en su estudio de las tipologías de lavado de dinero asociadas a corrupción- es el uso de las personas jurídicas, fideicomisos u organizaciones sin fines de lucro. La facilidad con que pueden ser creados y disueltos en algunas jurisdicciones aumenta el acceso a estas estructuras, y el riesgo de uso indebido de tales entidades para lavar las ganancias provenientes de la corrupción se amplifica cuando las personas o estructuras jurídicas son innecesaria e injustificadamente complejas.

A continuación presentamos un recuento de sonados casos ocurridos en los últimos años, en los que se evidencia el riesgoso nexo entre “Personas Expuestas Políticamente” y el sector energético.

Brasil: algo más que petróleo 

Uno de los escándalos más grande de corrupción pública de los últimos años es el relacionado a la estatal petrolera brasileña Petrobras. Las autoridades estiman que el esquema de corrupción movilizó en términos de lavado de dinero y de sobrefacturación unos US$ 4.500 millones.

Las investigaciones se iniciaron en 2013 y revelaron las relaciones de la petrolera con organizaciones criminales, que a través de un complejo entramado de empresas fantasmas habrían lavado millones de dólares del narcotráfico, del comercio ilegal de diamantes, de la venta ilegal de obras de arte, de sobornos, entre otros delitos.

Pero la corrupción sobrepasó las puertas de la petrolera, de acuerdo con las denuncias hechas por el exdirector de la estatal, Paulo Roberto Costa, quien aseveró que más de 60 funcionarios públicos militantes del gobernante Partido de los Trabajadores recibieron sobornos por contratos. La prensa de Brasil reseña que se trata de 49 diputados, 12 senadores y un gobernador.

Además de innumerables pagos multimillonarios a proveedores sospechosos, la petrolera realizó compras sobrevaloradas como la de una refinería ubicada en Texas (USA) por la cual terminó pagando US$ 1,180 millones, luego de un arbitraje comercial. Las instalaciones le habían costado a la empresa Astra US$ 42,5 millones en 2005.

En la lista de hechos irregulares figuran aparentes operaciones ficticias de importación, en las que el dinero era enviado al exterior como pago de importación de mercancías, pero realmente no existía una operación real, sino que los fondos eran desviados a los involucrados en la red y a los familiares de políticos, según explicó una fuente bancaria a Lavadodinero.com.

Adicional al dinero malversado, el gobierno brasileño informó el 05 de agosto que las investigaciones de Petrobras han generado a la nación una pérdida del 1% del Producto Interno Bruto.

Venezuela: Los millones en Andorra

En marzo de 2015, la Red de Control de Crímenes Financieros de Estados Unidos (FinCEN, su sigla en inglés) acusó a la matriz de Banca Privada D’Andorra (BPA) de recibir comisiones a cambio de facilitar operaciones con fondos procedentes de actividades ilícitas de diversas jurisdicciones, entre las que destacó desvíos millonarios de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA).

La unidad de inteligencia financiera estadounidense informó en el caso de PDVSA la actividad ilícita “involucró el establecimiento de compañías ficticias y complejos productos financieros para extraer fondos (de PDVSA). BPA procesó aproximadamente US$ 2.000 millones en transacciones relacionadas con esta trama de lavado de dinero”.

Este no es el único caso asociado a PDVSA, ya que han sido numerosas las denuncias realizadas en torno a malversación de fondos, asignaciones de contratos de forma irregular, utilización indebida de bienes de la empresa (aviones, autos, etc.). Por ejemplo, en febrero de 2015 fue acusado el exdirector de producción de Petróleos de Venezuela Occidente, José Luis Parada, “por presuntamente incurrir en irregularidades administrativas en la contratación de empresas para los despachos de combustible”, informó la Fiscalía venezolana en una nota de prensa.

China: Corrupción en PetroChina

Una campaña anticorrupción abanderada por el presidente chino, Xi Jinping, ha atrapado a muchos funcionarios de PetroChina y de su empresa matriz China National Petroleum Corp, desde mediados del 2013.

En abril de este año, Jiang Jiemin, el director de la China National Petroleum Corp (CNPC) se declaró culpable de aceptar sobornos, de mantener propiedades de fuentes no identificadas y de abuso de poder en la estatal petrolera.

Las autoridades chinas explicaron que Jiang supuestamente utilizó su influencia en CNPC entre 2004 y 2008 para ayudar a fuentes no identificadas a ganar licitaciones para contratos de suministro de gas natural, generación de turbinas de gas y exploración de petróleo y gas natural. Por concepto de sobornos, recibió US$ 2,25 millones.

El año pasado las acusaciones recayeron contra el exjefe de seguridad interna Zhou Yongkang, uno de los políticos más influyentes del país de la última década, quien también se ha desempeñado en la industria petrolera china. Zhou fue acusado de “graves violaciones disciplinarias”, el eufemismo habitual usado en China para referirse a la corrupción. Entre las acusaciones en su contra están los actos de corrupción para favorecer a miembros de la familia y el aceptar sobornos para promover funcionarios.

Rumanía: gerentes petroleros procesados por lavado

Esta semana en Rumanía los fiscales del ministerio público presentaron cargos contra la gerencia de la empresa rumana Lukoil por su complicidad en la legitimación de US$ 1.950 millones.

El caso fue presentado en la ciudad de Ploesti, donde está la base de la refinería que presuntamente fue utilizada por los gerentes rumanos y rusos como parte del esquema de lavado.

Según el comunicado de las autoridades, entre 2011 y 2014 “los sospechosos utilizaron bienes de la empresa y líneas de crédito concedidas a la empresa petrolera en beneficio de otras compañía en las que tenían un interés directo o indirecto”.

El mes pasado, los fiscales congelaron los activos de Lukoil y cuentas bancarias por valor de cerca de US$ 2.220 millones.