Todo el mundo sabía que eran los “cowboys” de la cocaína, pero pocos imaginaron que los infames inmigrantes cubanos en EE.UU. Sal Magluta y Willie Falcon en realidad poseían ranchos y cientos de cabezas de ganando.
Los dos, a quienes por lo general se refería como “the boys” o “los muchachos”, movieron más de US$2.000 millones en cocaína colombiana hacia Estados Unidos entre 1978 y 1991. “La compañía”, su operación de narcotráfico con sede en Miami, se cree que fue la más grande en la historia de EE.UU.
Pamela McCulloug, vocera del Departamento de Inmigración y Aduanas de EE.UU. (ICE por su siglas en inglés), dijo que lavaron algunos de sus millones a través de la compra de ranchos, maquinaria para granjas, cientos de cabezas de ganado y miles de unidades de semen de toro.
Estos bienes no fueron comprados a sus nombres, sino que utilizaron un confidente de Magluta, Miguel Vega, como testaferro. Vega, de 68 años, y sus dos hijos Nelson y Lazaro, se declararon culpable de lavado de dinero a comienzos de año, y como parte de su acuerdo, aceptaron devolver dos ranchos, cientos de cabezas de ganado, equipo para granjas y 5.000 unidades de semen de toro.
Todos estos bienes, ubicados en los condados de Jackson y Gadsden al norte de Florida, ahora pertenecen al Tío Sam, que ya está cansado de cuidar del ganado y de pagar para refrigerar los fluidos reproductivos de los toros.
“Se encuentra en instalaciones de almacenamiento”, dijo McCullough. “Encontramos un container en el rancho, pero no servía”.
ICE y la División de Investigación Criminal de la Agencia de Renta de EE.UU. pronto rematarán todos los bienes, y el dinero irá al fondo Treasury Forfeiture Fund.
McCullough no dijo cuanto espera el gobierno obtener con el remate porque no quiere influenciar las ofertas. Sin embargo, dijo que el semen de los toros es valioso.




