Por Brian Orsak.

El regulador financiero de Japón ordenó a la sucursal nipona del Citibank que suspenda sus operaciones minoristas de ventas durante un mes por sus deficiencias antilavado de dinero (ALD), convirtiendo a esta medida en el segundo procedimiento destacado contra el banco estadounidense.


La Agencia de Servicios Financieros del país (FSA, por sus siglas en inglés) ordenó la suspensión por 30 días hace dos semanas, citando deficiencias en el reporte de operaciones sospechosas y en los controles de auditoría interna del Citibank.
 
El procedimiento de control es el segundo llevado a cabo por la agencia contra el banco, que se vio obligado a cerrar sus operaciones de banca privada en 2004 por sus problemas antilavado de dinero.
      
La publicitada sanción es una medida inusual de la FSA, un organismo que rara vez a aparecido en los titulares, según Kenneth Rijock, consultor de delitos financieros de la consultora World Check, de Londres. “Sus reguladores no son conocidos por realizar ningún procedimiento de control de repercusión. De hecho, son casi fantasmas, dijo Rijock.


Que la agencia japonesa, que por lo general detesta ventilar sus “trapos sucios”, difundiera la medida, muestra que “definitivamente hay elementos en el caso”, de acuerdo con lo indicado por Peter Gallo, consultor ALD independiente que trabajó en Hong Kong. “Además de la importante sanción aplicada al Citibank [en 2004], no se supo de nada más”, indicó.


Además de suspender todas sus operaciones de ventas, incluida la publicidad, desde el 15 de julio hasta el 14 de agosto, el banco debe “aclarar la actitud de negocios” de su junta directiva, volver a entrenar a su personal respecto de las regulaciones ALD y mejorar su sistema de reporte de operaciones sospechosas (ROS) y de monitoreo de transacciones, informó la agencia.


La FSA también le ordenó al banco que explique porqué nunca se aplicaron las mejoras ordenadas en el procedimiento llevado a cabo el 17 de septiembre de 2004, y responsabilizó de ello a la gerencia de la compañía.                 


En el proceso anterior, la agencia dijo que el banco violó las leyes de ROS y “virtualmente salteó” las revisiones requeridas respecto de los clientes nuevos y las transacciones. Como consecuencia de ese procedimiento, el Citibank también cerró sus sucursales en Marunouchi, Nagoya, Osaka y Fukuoka durante un año y obligó al entonces director ejecutivo Charles Prince a que presentara una disculpa pública.
             
“En términos de la cultura japonesa, esa fue una disculpa pública importante”, precisó Gallo, agregando que el proceso realizado por la FSA en 2004 aparentemente había hecho que otros reguladores regionales analizarán más detenidamente las operaciones de Citibank. Luego de la suspensión decretada el mes pasado, los reguladores financieros asiáticos podrán nuevamente examinar a la institución financiera, advirtió el experto.
                 
Citibank Japón se disculpó en una declaración realizada a sus clientes y otros afectados por la medida, enfatizando dos veces que el banco “considera a este procedimiento administrativo muy seriamente”.
        
Neil Katkov, jefe de investigaciones de la región Asia de la consultora de servicios financieros Celent, de Boston, declaró a Reuters que el procedimiento de control podría amenazar las operaciones japonesas del Citibank. “Hemos visto cerrar bancos en los EE.UU. por supuestas deficiencias de cumplimiento antilavado de dinero, y esto es una señal de que los reguladores japoneses se han vuelto más severos”, declaró a la agencia de noticias.
 
La suspensión se produce luego de un informe publicado en octubre de 2008 por el Grupo de Acción Financiera (GAFI), en el que se indicaba que Japón no cumplía con más de la mitad de los 49 estándares internacionales de la organización. En el informe, el GAFI citó puntos débiles en las regulaciones del país sobre banca corresponsal, diligencia debida sobre el cliente y controles internos.


La organización también criticó a Japón por no llevar a cabo más juicios por lavado de dinero. En el mes de marzo, antes de que el informe del GAFI fuera publicado, Japón dictó reglas ALD  aplicables a los comerciantes de joyas, proveedores de servicios de fideicomisos y los contadores, llegando así a 40 la cantidad de industrias japonesas sujetas a las normas y requisitos ALD.