Por Selina Román

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Las instituciones financieras, sensibles a las demandas regulatorias y a las elevadas sanciones, están buscando oficiales de cumplimiento que entiendan las onerosas reglas de la Ley de Secreto Bancario y las políticas externas que rigen las operaciones comerciales globales. Pero las instituciones simplemente no lo logran encontrar.


 


La escasez de profesionales de cumplimiento equipados para mantener el ritmo con el cambiante ambiente regulatorio ha llevado a que algunos de los bancos más grandes atraigan a los funcionarios gubernamentales que elaboraron o aplicaron las complejas leyes y regulaciones que deben seguir. Otras, sin embargo, se ven obligadas a contratar a profesionales inexpertos con la esperanza de que aprendan la tarea a través de seminarios, conferencias y capacitación en el trabajo.


 


Sin embargo, a pesar de la demanda creciente de profesionales que pueden aislar a las compañías del crimen financiero, las universidades de EE.UU. no están graduando a estudiantes con experiencia en antilavado de dinero y financiamiento del terrorismo para llenar ese vacío.


 


“Ciertamente estamos teniendo problemas con la contratación de personal suficiente”, dijo Richard Harvey, oficial jefe de cumplimiento del Rabobank en Salinas, California. “Simplemente no hay personal LSB suficiente en la industria”.


 


“Contar con el ALD como parte de un curso más amplio podría ser exactamente lo que se necesita”, dijo.  Ciertamente hay suficiente material para armar un curso y elaborar esta disciplina. “Si ese recurso existiese hoy, usted encontraría a muchas instituciones financieras trabajando junto con las universidades para cubrir esa necesidad”.


 


Un ejecutivo de cumplimiento de una de las principales instituciones financieras estadounidenses dijo que las universidades deberían considerar a los temas de lavado de dinero más seriamente porque desde el ámbito académico puede cuestionarse cómo opera el gobierno, algo que él y sus pares de la industria no pueden hacer sin temor a represalias.


 


“No existe un rigor académico suficiente detrás de lo que hacemos y de cómo lo hacemos”, dijo. “Operamos por axioma. Si tuviéramos protecciones académicas, se podrían cuestionar muchas cosas. La academia tiene la libertad de desafiar al status quo que los profesionales no tienen, sea por época o por interés, sin preocuparse acerca de las repercusiones regulatorias”.


 


Cursos avanzados


 


El profesor Fletcher Baldwin de la Universidad de la Florida dedicó 16 años a tratar de persuadir a las autoridades universitarias para crear un programa que otorgara un título antilavado de dinero, pero la universidad continúa ofreciendo solamente su seminario de una hora semanal sobre Crímenes Financieros Internacionales.


 


“Los estudiantes están quedándose desactualizados”, dijo Baldwin.  “Las leyes son numerosas, y sin embargo las ignoramos.  Las universidades no están teniendo conciencia de esto”.


 


George Dawson, decano asociado para asuntos académicos de la Universidad de Florida estuvo de acuerdo en que “la teoría del programa [de Baldwin] tiene sentido”, pero reconoció que la facultad de derecho “nunca preparó el programa” porque carecía de fondos, personal y certeza acerca de que los estudiantes requerirían esa material.


 


Por ello, Baldwin, director del Centro de Estudios de Crímenes Financieros Internacionales de la Universidad de la Florida, enseña a los profesionales de cumplimiento en otros países – el Reino Unido, Francia, Filipinas e Indonesia – lo que necesitan saber para proteger a sus instituciones del delito financiero.


 


“No se concretó porque no era lo suficientemente académico”, dijo Baldwin. “Su respuesta es que pueden incluirlo en otros cursos, pero que no es tan importante. Nunca dejé de tratar de dar cursos aquí – si el 11/9 no lo logró, nada cambiará la mentalidad de la comunidad académica. Por el otro lado, existen muchos cursos específicos, avanzados, en Europa y Asia”.


 


De hecho, al menos dos universidades internacionales ofrecen programas completos dedicados a la prevención del lavado de dinero y del financiamiento del terrorismo.


La Escuela de Negocios Cass, de Londres, ofrece un diploma antilavado de dinero para graduados que incluye cursos de derecho, cumplimiento y control legal.


 


El programa, de un año de duración, consiste en 12 clases nocturnas de tres horas de duración, dos trabajos especiales, dos pruebas y un examen de tres horas de duración y enseña a los estudiantes la elaboración de perfiles de riesgo de clientes, a tratar con las autoridades y las estrategias nacionales e internacionales sobre lavado de dinero. Los aspirantes deben tener un título universitario o equivalente en un área como el derecho, financias, negocios, economía o contabilidad.


 


Incluso algunas universidades en China, donde la nueva ley entró en vigencia el 1ro.de enero, brindan educación antilavado de dinero.


 


La Universidad Fudan de Shangai creó el primer centro de estudios de lavado de dinero del país en su escuela de economía en noviembre porque, de acuerdo con los funcionarios de la Universidad, el país todavía carece de capacitación profesional para prevenir el lavado de dinero.


 


El Centro de Monitoreo y Análisis Antilavado de Dinero de China capacitará a los estudiantes en la identificación y prevención del lavado de dinero y enviará sus investigaciones al Banco Popular de China, que regula a las instituciones financieras de manera similar a como lo hace la Red de Control de Crímenes Financieros del Departamento del Tesoro de EE.UU. (por sus siglas en inglés, FinCEN), y otras entidades gubernamentales.


 


“Si los funcionarios de control no están equipados con las últimas tácticas de lavado de dinero, ¿cómo pueden identificarlas e impedir que el dinero ilegal sea utilizado para contrabando, sobornos e incluso terrorismo?”, dijo en una declaración Yan Lixin, secretario general del centro.


 


Esas escuelas, sin embargo, no pueden de ninguna manera cubrir la necesidad global creciente de este tipo de educación, dijo el Dr. Nikos Passas, profesor del Colegio de Justicia Criminal de la Universidad Northwestern en Boston, especializado en terrorismo y delitos de cuello blanco.


 


“Existe una escasez, a nivel local e internacional”, dijo.  “Se puede mejorar”.


 


“Exposición al mundo real”


 


Los funcionarios de cumplimiento que ya trabajan en el área necesitan una constante educación para cumplir con las demandas de sus reguladores.


 


Por ejemplo, en una orden de cesar y desistir emitida en diciembre, la Corporación Federal de Seguros de Depósitos de EE.UU. (por sus siglas en inglés, FDIC) ordenó a los funcionarios de las sucursales estadounidenses del Bank of Tokyo – Mitsubishi UFJ Trust Company a asistir a conferencias y capacitaciones periódicas.


 


Los banqueros y los investigadores ya familiarizados con sus responsabilidades dijeron que se benefician de las conferencias, los seminarios web y otras capacitaciones específicas porque están focalizadas en temas reales que pueden ayudarles en sus tareas diarias, más que en temas históricos o teóricos.


 


“El ALD/CFT es un área especializada que necesita una mayor exposición al mundo real y se aplica mejor a un grupo específico que a estudiantes que recién comienzan”, dijo Milind Sathye, profesor de temas bancarios y financieros en la Universidad de Canberra, que enseña un curso de capacitación de un día sobre las leyes de lavado de Australia.


 


De manera similar, el Centro para la Seguridad Pública de la Universidad Northwestern en el estado de Illinois enseña a los agentes de control legal cómo analizar los documentos financieros para detectar fraude y lavado de dinero en su curso sobre investigaciones de delitos financieros de cinco días de duración.


 


“Usted podría dedicar mucho tiempo a todas estas áreas”, dijo John Tsolakis, director de capacitación en seguridad del centro.  “Una semana no es suficiente, pero al menos es algo, ya que cuando tienen frente a sí alguna situación en particular, saben que algo no está bien”.


 


La Universidad Internacional de la Florida en Miami planea ofrecer a sus estudiantes un acuerdo.  La Asociación de Banqueros Internacional de la Florida (por sus siglas en inglés, FIBA) ofrecerá los instructores y los materiales del curso, y la universidad proveerá las aulas.  El programa, anunciado el miércoles, estará dirigido a aquellos que ya trabajan en el área de servicios financieros y será el primero en los Estados Unidos en ofrecer un certificado de cumplimiento antilavado de dinero a través de una universidad.


 


“Es crítico para las instituciones financieras tener el conocimiento y los recursos para ayudar a combatir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo”, dijo Simon E. Amich, presidente de la FIBA.  “Este programa la dará a las instituciones las herramientas necesarias para proteger a sus instituciones comerciales y para cumplir con las leyes y regulaciones federales y estatales contra el lavado de dinero”.


 


La Asociación de Especialistas Certificados en Antilavado de Dinero, una organización creada por la compañía matriz de Lavadodinero.com en 2002, ofrece la certificación antilavado de dinero para oficiales de cumplimiento de todo el mundo y para funcionarios de servicios financieros, funcionarios gubernamentales y profesionales de control legal.


 


Ese enfoque podría ser suficiente.


 


“Establecer una clase puede conllevar un enfoque más teórico y puede no darle todas las herramientas que necesita para hacer bien su trabajo”, dijo Ami Kim, gerente antilavado de dinero de Capital One Financial Corporation. “La capacitación lograda al realizar el trabajo puede focalizarse en cómo se aplican los controles a su actividad comercial, producto o cliente en particular, y podría perderse de vista algo de eso en el ambiente de una clase”.


 


Aún así, Baldwin sostien que las leyes y regulaciones complejas y en constante cambio requieren un curso de más de un día o semana de duración.


 


“Ellos dedican un día cuando en realidad se necesitan dos meses”, dijo.


 


Un ejecutivo de cumplimiento de una institución financiera internacional de Nueva York estuvo de acuerdo con ello, pero reconoció que los estudiantes pueden no conocer la importancia del trabajo del oficial de cumplimiento.


 


“Debería ser una oportunidad para la gente para que aprendan que éste podría ser el puesto de trabajo que podrían cubrir – de que existe el cumplimiento y de que es una función separada”, dijo. “Si se ofreciera en una universidad beneficiaría a los individuos que desean verse participando en la industria bancaria”.