El mayor esquema de lavado de dinero en la Triple Frontera incluía cuentas en bancos brasileños destinadas a ciudadanos de ese país que viven en el exterior, para sus transferencias de dinero. Pero en este caso, fueron utilizadas por un gran entramado de lavado que llegó a mover más de US$30.000 millones en dos años.
La Justicia Federal del Brasil, luego de 6 años de investigación comenzó a ordenar la detención de los responsables a principios de mes, conectados a casas de cambio en la región y bancos de la región.
El Banco Central del Brasil autorizó la apertura de las cuentas bancarias conocidas como CC-5, que permitía el depósito de ciudadanos brasileños residentes en el exterior en cuentas bancarias habilitadas en bancos dentro del Brasil.
Brasil abrió la investigación en el año 2000, publicó algunos de los nombres en la investigación y la entregó en el último año a los fiscales en Ciudad del Este, Paraguay, para que investiguen. Pero los fiscales en la ciudad paraguaya, que se encuentra en la zona de la triple frontera, no han mostrado todavía resultados relacionados con este esquema y continúan siendo muy criticados por algunos sectores de su país por continuar permitiendo el lavado de dinero.
Entre las personas buscadas por las autoridades brasileñas se encuentran empresarios del sector de casas de cambios en Paraguay, funcionarios de la agencia de rentas de Brasil –Receita Federal—, operadores de cambio, que en Brasil son conocidos como doleiros, y hasta un consultor financiero de Estados Unidos.
Entre los sospechosos se encuentra Aníbal Montiel Ibarrola que es el dueño de una cadena de casas de cambio y director de un club de fútbol paraguayo—3 de febrero— y Mario Alcides Toppi Ortigoza, a cargo de “Real Cambios”, la casa de cambios que más aparece en el informe brasileño y que pasó tres meses en la prisión en Brasil.
En el esquema de lavado involucró varias casas de cambio de Paraguay – algunas de ellas siguen operando en Ciudad del Este – y hasta la creación de un banco específicamente para asistir en el entramado. En Brasil se creó el banco Meridional, que, tras ser desactivado su esquema, cerró sus puertas.
Las cuentas CC-5
Las cuentas CC-5 en Brasil fueron diseñadas para que ciudadanos brasileños que no residen en el país puedan transferir divisas extranjeras hacia y desde el país de manera muy simple. El Banco Central creó estas cuentas para crear un mecanismo legal para esquivar sus estrictas reglas de cambio y alentar a extranjeros a vivir, trabajar y tener fondos en Brasil. Pero el estado no controló adecuadamente estas cuentas que se convirtieron en un verdadero canal para el lavado de dinero y la fuga de capitales.
Recién el año pasado, el gobierno presentó la resolución 3655 al código bancario, que puso a las cuentas bajo una mayor supervisión. La idea era que la Receita Federal supervise cuentas como estas porque pueden ser fácilmente manipuladas por criminales.
Un esquema en las narices de la agencia de rentas
El esquema estaba basado casi completamente en Ciudad del Este, en Paraguay y Foz do Iguacu en Brasil, unidas por el Puente de la Amistad. Cuando comenzaron las acusaciones no existía un esfuerzo real de las autoridades para buscar e inspeccionar el tráfico que cruzaba el puente.
Por el Puente de la Amistad diariamente cruzaba mucho dinero que iba desde Ciudad del Este para ser depositados en cuentas CC-5 habilitadas en varios bancos de Foz.
Todo ese dinero era “recogido” por casas de cambios, bancos y hasta por cambistas, en Ciudad del Este para después enviarlo al país vecino. Esos vehículos debían ser controlados, pero eso nunca ocurrió, y es por eso que funcionarios de la agencia de rentas están siendo procesados.
Los fiscales brasileños armaron un equipo especializado de abogados, analistas del banco central y oficiales de la policía federal para investigar las acusaciones de lavado de dinero.
Los investigadores sospechan que varios bancos participaron en el lavado. La acusación, que entregaron a las autoridades paraguayas, señala que los lavadores utilizaron Banco de Paraná en Ciudad del Este para lavar la mayor parte del dinero.
El dinero provenía de actividades ilegales, como ser el contrabando, el tráfico de armas y drogas, evasión impositiva y otras actividades ilegales en la frontera. El grupo más fuerte y que lavó la mayor cantidad de dinero es conocido como “Beacon Hill”, que incluía a varios bancos que actualmente siguen operando en Ciudad del Este y en otros puntos del país.
El problema de la Triple Frontera
Desde hace tiempo EE.UU. considera que la zona de la Triple Frontera es utilizada para recaudar fondos para grupos islámicos radicales y las autoridades de varios países de la región también estiman que esta zona es uno de los centros de contrabando más activo de América del Sur. El Departamento de Estado de Estados Unidos señaló su preocupación este año en su informe International Narcotics Control Strategy Report (INCSR) sobre la exportación de productos en esa frontera, que alimenta el lavado en Paraguay.
El embajador de Estados Unidos en Paraguay, James Cason, señaló a comienzos de mes que le preocupa a EE.UU. el destino que tiene el dinero ilegal de Ciudad del Este. Precisó que Paraguay debe tener un mayor control sobre su frontera.




