Por Brian Monroe.

Las multas impuestas a cinco exfuncionarios bancarios de Miami la semana pasada por la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC por sus iniciales en inglés) pueden ser interpretadas como un indicio de una actitud más agresiva de parte de los reguladores en contra de los individuos relacionados a empresas que presentan fallas de cumplimiento antilavado, según consideran algunos expertos del sector financiero estadounidense.

La OCC sancionó por un total de US$ 50.000 al presidente del Pacific National Bank, Ralph Fernández, al jefe de la junta directiva, Andrés Baquerizo, a los miembros de la directiva y directores externos, debido a su responsabilidad por las fallas en el cumplimiento de los procesos de prevención de la legitimación de capitales que presentó la institución entre los años 2005 y 2010. En marzo de 2010, el banco fue multado por US$ 7 millones por estas mismas deficiencias (ver al final la información publicada por Lavadodinero.com).

Según informó un oficial de cumplimiento estadounidense, quien pidió no ser mencionado, varios representantes de otras instituciones financieras se han reunido para revisar la sanción de la OCC contra los ejecutivos, para revisar las consecuencias legales que puedan presentarse si el organismo empieza a actuar más agresivamente contra otros directivos bancarios.

“Nosotros no sabemos si esto es el comienzo de una tendencia”, precisó la fuente quien aseguró además que las juntas directivas de otros bancos están “muy preocupadas”.

Las multas, que rara vez son utilizadas por la OCC contra individuos, se producen luego de “una creciente expectativa regulatoria sobre lo que pueden y deben hacer los directores bancarios”, dijo Robert Rowe, vicepresidente y consejero de la Asociación de Bancos Americanos.

Los reguladores estadounidenses quieren a más individuos con responsabilidad en el cumplimiento, advirtió un examinador bancario, quien pidió el anonimato, a la vez que dijo que las sanciones monetarias serán consideradas para las violaciones graves.

El Pacific National Bank, que es una subsidiaria de la entidad gubernamental Banco del Pacífico S.A., falló recurrentemente en la emisión de reportes de operaciones sospechosas y en el monitoreo de cuentas bancarias extranjeras, incluyendo la incapacidad para realmente determinar el riesgo potencial de lavado esas cuentas.

 Antes de esta multa impuesta a los directores, el banco había recibido en diciembre de 2005 un aviso, en el 2006 otra advertencia emitida por la Red de Control de Crímenes Financieros (FinCEN por sus iniciales en inglés), unas calificaciones pobres en las examinaciones de marzo de 2009 y marzo 2010; así con una orden de consentimiento en diciembre de 2010. En todas las ocasiones el banco fue advertido sobre las deficiencias en el programa antilavado.

En el documento sancionatorio contra Banquerizo, la OCC afirma que “al concluir la examinación de 2010, la OCC encontró que el banco tiene las mismas deficiencias, además de nuevos problemas” que en el año 2005, y que fallaron en darle la prioridad adecuada a la solución de las deficiencias antilavado.

Otras sanciones a individuos

Ya en el año 2007, la OCC había sancionado a un ejecutivo bancario por problemas de cumplimiento de la Ley de Secreto Bancario. En esa oportunidad, Edward Farah, ex director y miembro de la junta directiva del Bank of Miami, fue multado por US$ 50.000 por fallar en la implementación de un adecuado sistema de control en la institución.

Desde enero de 2010, la agencia ha multado a 59 banqueros por problemas de cumplimiento, incluyendo violaciones de fraude y préstamos, además de otros problemas.

Por su parte, la Oficina de Supervisión del Ahorro (OTS por sus iniciales en inglés) –organismo que se fusionará con la OCC en julio de este año, ha sancionado desde 2008 a 32 individuos por un monto total de US$ 300.000 por violaciones relacionadas al cumplimiento antilavado de dinero. Al menos 7 de estas multas han sido por montos superiores a los US$ 10.000.

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