Por Carla Valero.
A pocas semanas de cumplir un año en su cargo como director de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de México, Luís Urrutia, tiene aún mucho trabajo por hacer para avanzar en la lucha contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo. En esta entrevista exclusiva para Lavadodinero.com, Urrutia hace un balance de su labor y nos muestra, entre otros temas, cuál es la situación de lavado que se vive en México, cuáles son sus objetivos y cómo es la relación de cooperación entre las diferentes UIF’s de Latinoamérica.
¿Cuál es la metodología de estadísticas de reporte que reciben en la UIF?
La metodología surgió a partir de las recomendaciones de la segunda evaluación de GAFI a México, donde se dijo que se empezarán a enviar reportes a las áreas de investigación criminal. Para ello se siguió inicialmente una política de generar estadísticas robustas para enviar a las autoridades, pero [los reportes] no eran de buena calidad ni muy profundos.
Posteriormente revisamos los reportes enviados y vimos que en su mayoría no eran casos que concluían en un juzgado, porque no tenían información completa y faltaba mucha calidad, así que decidimos que el objetivo no fuera tener estadísticas altas y mandar muchos reportes, sino que los reportes que se generaran fueran satisfactorios. Con la nueva metodología, evidentemente estamos bajando la estadística de reportes enviados, pero los que enviamos tienen una alta probabilidad de éxito.
¿Qué debilidades destacaría de la UIF mexicana?
Hace falta acceso a más bases de datos internas, registros patrimoniales de bienes y raíces, inmobiliarias. También incorporar a sujetos obligados como casinos, notarios y joyeros. Falta más capacidad de personal en la Unidad y hay que trabajar más de cerca con las instituciones para recoger reportes más útiles y bajar un poco el fenómeno de sobre-reporteo que hay, debido al temor de los bancos a ser sancionados si no reportan
La lucha antilavado es cada vez más extraterritorial, ¿cómo es la colaboración de la UIF mexicana con las Unidades de otras naciones y qué estrategias están desarrollando en este sentido?
En el ámbito internacional estamos trabajando en un proyecto para integrar las UIF’s de Estados Unidos, Canadá y México, para ver qué tipo de información podemos intercambiar y qué otras estrategias podemos realizar.
Con la UIF de Colombia estamos incrementando nuestra cooperación y estamos empezando trabajos de desarrollo y análisis de operaciones desde un punto de vista estratégico.
¿Cuál es su agenda para lo que queda de trimestre y para el 2008?
Para lo que queda de trimestre queremos trabajar en la retroalimentación de la calidad de los reportes que nos envían las instituciones. Pronto les enviaremos una calificación de todos los reportes que enviaron en los últimos dos meses con la finalidad de mejorar la información que nos dan, que sea más útil, porque falta mucho por hacer. También está previsto actualizar las disposiciones y homologar las que quedaron pendientes en el 2006, como las casas de cambio, las remesadoras y sacar una regulación de nuevo a sujetos como las sociedades financieras de objeto múltiple.
Para el 2008 haremos un replanteamiento de procesos, estamos analizando los sistemas para que revisen la información de forma más rápida y eficiente, estamos viendo qué sistemas debemos implementar para todo esto y qué plantilla de personal necesitaríamos para cubrir esta cantidad tan grande de reportes inusuales que recibimos. Además, queremos seguir trabajando con la Procuraduría General de la República en una estrategia nacional de prevención de lavado, que es un programa que por primera vez trata de coordinar las acciones de todas las instancias: reguladores, comisiones, UIF…
¿Cuál es el interés del Presidente de la República, Felipe Calderón, en la lucha contra el lavado de dinero?
Su interés va en función de sus prioridades y el crimen organizado es la mayor de estas. Desde que inició el mandato quiso realizar acciones para atacar a las grandes organizaciones criminales que tenemos y ha reconocido como gran herramienta el poderle quitar esos recursos a las organizaciones. Una de sus primeras iniciativas que presentó al Congreso tiene que ver con la parte de investigación. Darle al Estado más herramientas para poder investigar causas relacionadas con el lavado, herramientas para confiscar activos de criminales y llevar a cabo reformas a la Constitución que permitan explorar otro tipo de alternativas como la que se usa en Colombia de la extinción de dominio.
La consultora KPMG realizó un estudio en 2005 donde decía que en México se lavaban US$ 25.000 millones anualmente. Han pasado dos años, ¿creé que el país sigue con la misma cifra?
Este dato no lo tengo, pero lo que si sé es que no hay una metodología acordada internacionalmente para medir cuánto dinero se lava en una economía. En México todavía es mas difícil saberlo, porque tenemos un amplio sector de economía informal que se puede confundir con actividades de lavado sin que nada tenga que ver. Para mí no es un dato que me de información ni puedo aprobar esa cifra. Hay criterios y métodos que se han hecho buscando balanzas de pago, actividades económicas, registros de empleados y ese tipo de cuestión que son indicadores, pero al final sacar un dato no es fácil. Nosotros hemos estado buscando datos que nos puedan dar este tipo de índices y lo único que he encontrado es que es imposible saberlo.
En enero del 2008, el Grupo de Acción Financiera (GAFI) va a evaluar los esfuerzos en la lucha contra el lavado de dinero en México, ¿qué resultados espera de dicha evaluación?
Esperamos una mejora en cuanto a recomendaciones puntuales que ya nos hicieron en la última evaluación como la información que se solicita, la supervisión que se hace y cuestiones en cosas de regulación muy puntuales.
La parte más débil es la de coordinación entre nosotros y las instancias de procuración y justicia, donde no hay coordinación ni casos que puedan resultar exitosos, por eso es el aspecto que más nos preocupa. La parte de personal también es una debilidad, las plantillas de personal que tenemos asignadas quedan muy cortas respecto a las de los estándares internacionales. Para intentar mejorar en estos aspectos, pensamos presentar a GAFI un plan de reestructuración de nuestras áreas.
Pasando al plano personal, nos gustaría saber un poco más sobre uno de los líderes de la lucha ALD en México. ¿Cómo es un día normal en su vida profesional? ¿Qué es lo que más le apasiona y lo que más le preocupa?
Un día normal en mi vida es un día extremadamente ocupado, he aprendido a dormir muy poco porque son muchos los asuntos que requieren de mi atención por muchas áreas: la parte normativa, la relación con los supervisores, las cuestiones de sistemas y la revisión de casos específicos… 24 horas en un día no me dan para nada, pero al mismo tiempo me tiene apasionado, no siento esa falta de sueño, ni acabo cansado al final de la semana, sino que siempre tengo más interés.
Lo que sí me queda es la frustración de no poder hacer las cosas más rápidas, de saber hacia donde tenemos que ir, pero todavía tenemos que coordinarnos más, necesitamos poder contar con más gente que nos apoye en poder sacar todos los casos.
¿Cuál es la mayor gratificación que le ofrece su trabajo?
La mayor gratificación en mi trabajo es poder encontrar indicios y montar un caso que sea lo suficientemente robusto para convencer a la autoridad, poder presentar una denuncia y llevarlo ante un juez.




