Por Colby Adams.

El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) todavía tiene que resolver los problemas sobre cómo utiliza sus facultades para emitir órdenes otorgadas por la Ley Patriot, según el Inspector General del Departamento de Justicia de los EE.UU.


El FBI, que creó un grupo de trabajo para atender los abusos, todavía tiene que tomar alguna medida con relación a las propuestas, indicó el Inspector General, Glen Fine, durante su declaración ante el Comité Judicial del Senado el miércoles pasado.


“Si bien este grupo ha elaborado recomendaciones propuestas, esas recomendaciones todavía no han sido completadas, aún ya han pasado más de dos años desde que se publicara nuestro primer informe NSL”, indicó Fine, durante la audiencia. 


En marzo de 2007, el jefe del grupo federal de vigilancia afirmó en un informe que el FBI había utilizado equivocadamente las órdenes de emergencia, conocidas como cartas de seguridad nacional (NSLs, por sus siglas en inglés), al requerirlas para investigaciones estándar y obtener excesiva información que fue reportada erróneamente. La oficina utiliza las cartas para obtener información privada, incluidos el banco, el número telefónico y los registros de Internet registros.


El ex director del FBI, Robert Mueller, señaló posteriormente ese mes que la oficina estaba revisando la manera en que había rastreado la información solicitada.


El uso indebido de las NSLs por parte del FBI se podía clasificar en tres categorías: “autorización indebida de NSL, solicitudes indebidas bajo las leyes nacionales de cartas de seguridad, y obtenciones no autorizadas”, precisó Fine.


El Presidente del Comité Judicial del Senado, Patrick Leahy, presentó una medida hace dos semanas que obligaría a contar con auditorías de la Oficina del Inspector General para conocer cómo son utilizadas las NSLs entre 2007 y 2012.  El proyecto también fijaría, por primera vez, una “disposición de terminación” que pondría un plazo de vigencia para las facultades NSL otorgadas bajo la Ley Patriot.


Los investigadores estadounidenses utilizaron por primera vez las órdenes en 1978 como un medio legal para evitar las restricciones impuestas por la Ley de Derecho a la Privacidad Financiera, que le otorga a los clientes financieros una protección limitada frente a las investigaciones oficiales. En 2001, la Ley Patriot extendió el uso y alcance de las cartas de seguridad nacional, aumentando la cantidad de agentes que podían firmarlas y dando por concluida la obligación que existía de que la información que se buscaba debía estar relacionada solo con un poder extranjero. La modificación también amplió el uso de las cartas a los casos relacionados con investigaciones de terrorismo.


El FBI emitió más de 192.000 solicitudes de cartas de seguridad nacional desde 2003 hasta 2006, época en que aumentó la cantidad de solicitudes, según el informe de 2007 elaborado  por el Inspector General.


Los pedidos de cartas de seguridad nacional relacionados con investigaciones de ciudadanos estadounidenses aumentaron de aproximadamente el 39% del total de pedidos de cartas de seguridad nacional en 2003 al 57% en 2006, mientras que las solicitudes en investigaciones de extranjeros disminuyeron del 61% al 43 % durante le mismo período, según el informe.