El secreto con el cumplimiento antilavado de los negocios de servicios monetarios (NSMs) está en la registración, o al menos así aseguran los expertos.

Pero la clave no está en asegurarse de que el NSM de EE.UU. esté registrado en el estado en el que opera, sino preguntarse si las cuentas que no se presentan como tales son NSMs no registrados.


En Estados Unidos, los NSM deben registrarse ante las autoridades de cada estado y no existe un registro federal.


Como dice James Richards, experto con más de 15 años en el campo antilavado, cuando se investiga en este campo te tienes que preocupar por lo que no encuentras.


Los conflictos siguen presentes


Muchos bancos en Estados Unidos han cerrado – y continúan cerrando – las cuentas de los negocios de servicios monetarios por temor a sanciones y por la costosa diligencia debida que tienen que aplicar sobre sus cuentas. Esto no es nada nuevo y la tendencia continúa.


Autoridades y reguladores antilavado de EE.UU. han expresado su preocupación de que la imposibilidad de contar con servicios bancarios lleve a los NSM a cerrar sus operaciones y como consecuencia las transferencias de fondos pase a canales informales e ilegales. En ese caso, todo el dinero pasaría por debajo del radar de las autoridades a través de mecanismos como el hawala y el mercado negro de intercambio de peso, que son mucho más difíciles de controlar y examinar.


En la reciente conferencia sobre lavado de dinero que organizó Money Laundering Alert en Florida, expertos señalaron que los bancos no deberían preocuparse tanto por los negocios de servicios monetarios que se identifican como tales y cuentan con las autorizaciones de los respectivos estados para operar, sino de las cuentas de negocios y personas que operan como NSM y que no se identifican como tales.


El hecho de que un NSM esté registrado en un estado, dijo Maureen Sanders, consultora de la firma Bryan Cave en Washington,  facilita la tarea de los bancos, ya que el mismo ha sido revisado y aprobado por las autoridades estatales. Según Sanders, luego de analizar información de los reportes de actividad sospechosa que señalaron operaciones de NSM encubiertos, los expertos han llegado a la conclusión de que los NSM que no han atravesado un procedimiento de inscripción ni revisión de políticas antilavado representan un riesgo mayor.
 
Según David Landsman, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Transmisores de Dinero, el hecho de que un NSM se tenga que inscribir en los diferentes estados donde operan debería ser suficiente evidencia para los bancos de que las compañías cumplen con los estándares antilavado y que ya han sido analizadas y controladas en sus operaciones de cumplimiento. Según el ejecutivo, “las licencias de los estados es un enorme factor que debe mitigar los riesgos para los bancos”.


Bancos no entienden a NSMs


Los reguladores bancarios de EE.UU. han aconsejado a los bancos tomar una postura basada en el riesgo y no a cerrar indiscriminadamente todas las cuentas de los NSM. “Le han dicho a los bancos que los NSM se encuentran en una categoría de riesgo pero no de manera uniforme”, dijo Landsman.


Gina Adelphia, ejecutiva del área antilavado para la firma de consultoría Financial Institutions Group en Chicago, dijo que uno de los problemas más comunes que enfrentan los bancos y que los lleva a cerrar las cuentas de NSMs es la dificultad que tienen para entender las operaciones de estos negocios y asegurarse de que son seguras y eficientes. Es por eso que los NSM no sólo deben contar con un eficiente programa antilavado sino que deben convencer a los bancos sobre la solidez de sus operaciones.


 Lo que los bancos y reguladores deberían hacer


“En uno de los casos los examinadores descubrieron a la esposa de un doctor que había establecido una ‘pequeña compañía boutique de pago de cheques’ para contratistas de la construcción de la zona”, dijo Sanders, y  “tenía por lo menos 10 contactos a quienes les pagaba sus cheques”.


El banco tendría que haber descubierto esto no sólo porque su estructura de control debería haber detectado lo inusual del perfil transaccional del cliente del banco, sino también debido a que el banco estaba presentando informes de actividad en efectivo para esta persona y no se había percatado de esta situación. “El banco necesita prestar atención para poder descubrir estos negocios encubiertos”.


Landsman cree que una posible solución al cierre de las licencias sería una entidad federal que regule el cumplimiento de los NSM, porque actualmente la unidad de inteligencia financiera de EE.UU. (FinCEN) y el IRS regulan el cumplimiento de las normativas, como las regulaciones de la Ley de Secreto Bancario, pero las licencias las otorgan los estados y no existe una entidad federal con tal autoridad.


El otorgamiento federal de licencia – combinado con una norma de puerto seguro para los bancos que determine que sus clientes que son NSM cuentan con licencia – tendría en cuenta muchos de los temas que preocupan a los bancos


“No es razonable que un banco pierda dinero, pero tampoco es razonable ignorar los efectos mitigadores que ofrece una licencia estatal, así como tampoco es razonable hacer responsable a un banco de verificar hasta el último detalle de un programa de cumplimiento de un NSM que cuenta con una licencia estatal”, dijo Landsman.