Por Brian Monroe
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El Banco Internacional de Miami acordó pagar una multa de US$250,000 para desechar los cargos que se le imputaron por no capturar información sobre clientes y transacciones de alto riesgo, tal y como requiere la Ley del Secreto Bancario.

El Banco, que tiene una antigüedad de 43 años y sirve a clientes en el Sur de Florida, América Central y el Caribe, tampoco identificó los riesgos de grandes transacciones y trasferencias enviadas a países extranjeros, según dijo la oficina del Contralor de la Moneda (la OCC por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de EE.UU, en una orden de multa monetaria que se dio a conocer el jueves.

La OCC también citó al Banco, el cual tiene cuentas corresponsales con instituciones de Latinoamérica, por no realizar seguimiento a personas políticamente expuestas o PEPs, y por no entrenar a los empleados sobre cómo encontrar y reportar actividades sospechosas. Según la multa, los empleados del Banco pasaron por alto actividades “inusuales y sospechosas” en cuentas de préstamos.

La multa llega dos años después de que Banco Internacional, con US$964.9 millones en bienes hasta el 31 de diciembre de 2005, firmara una orden con consentimiento para corregir muchas de las deficiencias de su propia política anti lavado encontradas por la OCC. En esa acción, la OCC ordenó al Banco hacer una revisión de las cuentas entre los años 2002 y 2004.

La multa, firmada el pasado 26 de enero, requirió al banco el cierre de grupo de mercados capitales, el cual servía principalmente a gobiernos de Latinoamérica, porque el departamento “falló en aplicar la diligencia debida adecuada al cliente, particularmente a clientes de alto riesgo”. El grupo dejó detalles claves fuera de los archivos y, en algunos casos, falló en describir detalladamente “la naturaleza y la intención de los préstamos”, según la OCC.

El Banco Internacional de Miami “trabajó con la OCC para corregir sus deficiencias” y continuará con sus planes de abrir nuevas oficinas, según dijo en un comunicado Alberto Valdés, el ejecutivo oficial del banco. El Banco tiene tres oficinas en el sur de Florida.

El Banco Internacional de Miami también falló asegurarse que las transacciones de valores se estuvieran realizando de forma “segura y cumpliendo con la ley”, entre 2001 y 2004, según la ultima acción.

Dos años antes, la OCC identificó problemas en el almacenamiento de datos y ordenó al banco el cese de “destrucción, alteración o eliminación” de cualquier documento o libro. También le ordenó que mejorara sus funciones de auditoria, adopte una política de “acercamiento basado en el riesgo” para monitorear las cuentas en “áreas geográficas de especifica preocupación” y desarrolle un plan para asegurar que los negocios son legítimos para que el banco no sea usado como medio para “facilitar actividades ilegales o impropias”.

El Banco Internacional de Miami tuvo problemas con muchas áreas identificadas como puntos débiles en el Manual de Examen Anti Lavado de Dinero del 2006 del Consejo de Instituciones Financieras Federales.

Las transacciones de prestamos, según el manual, pueden incrementar los riesgos del banco y deberían requerir un mayor escrutinio porque hay muchos fraudes que usan préstamos para lavar fondos, y brindan préstamos con “intenciones ambiguas e ilegítimas” para individuos en “localizaciones geográficas con jurisdicciones de alto riesgo”.

La última multa representa la amonestación número 22 en contra de 17 bancos de Florida, desde enero de 2004.