Por Brian Monroe.

Impulsados por los reguladores, algunos de los mayores bancos de Estados Unidos han decidido revisar el método para evaluar los riesgos geográficos de delitos financieros en regiones de alto riesgo del país.

En lo que parece evidenciar una nueva tendencia de los inspectores federales estadounidenses, durante los últimos meses al menos seis grandes instituciones financieras han tenido que someter a revisión sus operaciones de monitoreo de sucursales en las zonas conocidas como “áreas de alta intensidad de tráfico de drogas” (HIDTA por sus iniciales en inglés) y “áreas de alta intensidad la crimen financiero” (HIFCAs), de acuerdo a los consultores y un funcionario de cumplimiento en un gran banco de EE.UU.

Los examinadores de un banco nacional recientemente citaron al banco por no aplicar una vigilancia más estricta de transacciones y otros controles de cumplimiento en cada región HIFCA y HIDTA. Además, los agentes consideraron que el personal de cumplimiento no analizaba adecuadamente los datos transaccionales de las regiones de una manera más granular, dijo una fuente relacionada que habló bajo condición de anonimato. “Para nosotros el riesgo geográfico es una cortina de humo. No se trata de zonas geográficas que lavan dinero, es la gente”.

En una conferencia reciente en Texas, reguladores federales y estatales que participaron en un panel remarcaron que los departamentos antilavado de dinero (ALD) deben documentar mejor sus evaluaciones de riesgos geográficos. Los reguladores solicitaron a los bancos hacer un mejor seguimiento de los cambios en las designaciones HIDTA.

La manera como los bancos atienden “el área de riesgo geográfico nacional es definitivamente algo que ellos [los reguladores] están revisando más”, indicó uno de los panelistas.

En el último año, algunos examinadores también han pedido a los oficiales ALD revisar más profundamente los reportes de operaciones sospechosas (ROS) y otras alertas que salen de las zonas HIDTA y HIFCAs, a fin de identificar las ciudades que tienen más actividad de alto riesgo, precisó Pete Balint, director financiero y director de monitoreo de transacciones en la consultora Centreville.

“Los bancos se estaban metiendo en problemas con los reguladores, ya que no tienen las estadísticas para respaldar las decisiones políticas que se estaban haciendo”, precisó Balint. Los examinadores han querido saber “lo que [los bancos] están haciendo acerca de los clientes en HIDTA y HIFCAs”.

Un elemento importante: los cambios demográficos

En los últimos meses, los inspectores han encontrado que algunos bancos no toman en cuenta los cambios demográficos que podrían afectar la asignación de riesgos regionales, indicó un regulador bancario.

El funcionario federal dijo que no tenía conocimiento de un enfoque regulatorio sobre el riesgo geográfico, pero advirtió que algunos examinadores podrían cuestionar a los bancos cuando creen que los oficiales de cumplimiento están confiando demasiado en el software de monitoreo de transacciones.

Creado por el Congreso en 1988, el programa HIDTA asigna decenas de millones de dólares en ayuda federal a los condados en todo el país que se consideran un “centro importante” de la producción de drogas y actividades conexas que han perjudicado a la comunidad. El programa, que está gestionado por la Casa Blanca, en la actualidad incluye más de 500 condados en su lista y agregó más de una docena de condados en 2011.

Por su parte, el HIFCAs incluye siete regiones en California, Nueva York y a lo largo de la frontera sudoeste, entre otras regiones. A diferencia de HIDTA, las zonas HIFCAs no reciben ayuda federal como parte del programa, administrado por el Departamento del Tesoro de EE.UU.

“Cuando se suman las áreas HIFCA y HIDTA se tiene una porción bastante grande de los Estados Unidos”, dijo Daniel Ferranti, un gerente de producto  de Promontory Compliance Solutions, cuyos clientes han sido cuestionados acerca de su clasificación de riesgo geográfico en los últimos meses.

“Que un banco tenga que revisar una ciudad o pueblo y determine el riesgo relacionado a la dirección del cliente, le añade otra capa de complejidad” al cumplimiento. “Es factible, pero requiere un poco de trabajo extra”, aseveró el experto.

“Los oficiales de cumplimiento también pueden analizar los registros de arrestos y confiscaciones de activos de las zonas HIDTA y relacionarlos con los ROS presentados por las sucursales regionales para tener una idea más amplia del riesgo geográfico”, explicó Ferranti.

Deben evitarse las contradicciones

A juicio de Balint, las designaciones HIFCA y HIDTA no dejan de tener sus defectos, desde una perspectiva de cumplimiento. Por ejemplo, el Departamento del Tesoro ha hecho hincapié en los riesgos de la financiación del terrorismo entre la comunidad somalí del Estado de Minnesota, pero el Estado no se considera una zona de “alto riesgo” de delitos financieros.

Por otra parte, las designaciones HIDTA pueden responder a motivaciones políticas o a un intento de los condados  por obtener una parte de los fondos federales, aseveró Ferranti. En esto coincidió un oficial de cumplimiento bancario: “Es política más que nada. Se trata de la obtención de subvenciones federales y el financiamiento”.