b2ap3_thumbnail_PEPs_Banco_Mundial-1-1.jpgPor: departamento editorial

   No han sido pocos los casos que ha registrado el mundo en las últimas dos décadas, referidos a los abusos de corrupción de “Personas Expuestas Políticamente” (PEPs). Detrás de toda una estructura de sobornos, peculado y todo tipo de ilícitos con fondos públicos, ha entrado en dinámica el aprovechamiento de los sistemas financieros para legitimar los bienes robados. 

   Solamente en tratar de inventariar los casos de denuncias y casos procesados formalmente ante la justicia de presidentes y expresidentes en América Latina – solo en 2016 – da cuenta que el flagelo de la corrupción no ha tenido tregua. Por el contrario, toma cada vez más fuerza y ello implica un esfuerzo gigantesco para quienes deben poner escudos de protección para que estos dineros ilícitos no ingresen en sus instituciones.

   Lavadodinero.com comparte en su sección de Libros y Documentos un riguroso estudio sobre las PEPs, titulado “Personas Expuestas Políticamente. Medidas preventivas para el sector bancario”, una investigación patrocinada por el Banco Mundial en 2012, pero que mantiene hoy intacta su vigencia.

   Lee la investigación completa en nuestra sección de Libros y Documentos

   En este instante se constituye como una interesante herramienta de consulta para oficiales de cumplimiento de entidades financieras de la región, quienes mantienen el reto cotidiano de actuar en jurisdicciones marcadas por grandes niveles de corrupción gubernamental.

  En este texto se insiste en las formas cómo se repite y evoluciona las vías cómo las PEPs corruptas lavan las ganancias ilícitamente obtenidas.

   Se destaca y citamos: 

   “Al principio, los jefes de estado y funcionarios públicos corruptos se bancarizaban con sus propios nombres en jurisdicciones extranjeras o utilizaban los de sus familiares para abrir cuentas bancarias. Las técnicas actuales siguen abusando del sistema bancario, pero también incluye: la compra de propiedades; la compra y movimiento al extranjero de metales preciosos, joyas y obras de arte; y el movimiento físico transfronterizo de divisas e instrumentos negociables”.

   Más allá de los diagnósticos esta investigación identifica tres acciones claves necesarias para marcar una diferencia genuina en la lucha contra la corrupción. Citamos:

   1. Movilización y voluntad política fuerte y sostenida. Se requiere voluntad política para cambiar leyes y reglamentaciones, para crear el impulso necesario para que las autoridades gubernamentales lo asuman como una prioridad real, para asegurar la asignación de recursos adecuados y para apoyar una ejecución más contundente por las agenciasreguladores. La voluntad política también es importante para la implementación. Cuando falta la voluntad política, algunos bancos no se sentirán motivados para comprometerse plentamente a mejorar los procedimientos de debida diligencia respecto al cliente con miras a detectar fondos que son producto de la corrupción.

   2. Aclaración y articulación de los requisitos internacionales impuestos a las PEPs. Algunos consideran que las variaciones actuales entre enfoques son utilizadas como excusa para no actuar y otros las consideran un verdadero impedimento al desarrollo e implementación de controles efectivos para las PEPs. La articulación podría abrir camino para expedir alguna orientación útil a nivel internacional o nacional. De esa forma, las jurisdicciones y los bancos podrian recibir parámetros más sólidos y congruentes para guiar sus operaciones.

   3. Balance de las tipologías emergentes centrado en la eliminación de los impedimentos a la identificación de beneficiarios reales que son PEPs. Los esfuerzos por identificar a las PEPs se ven entorpecidos por la mayor utilización de estrechos colaboradores, entidades legales y otros métodos para ocultar la titularidad real o control por funcionarios públicos de alto nivel.

   Esta publicación fue redactada por Theodore S. Greenberg (Especialista Principal del Sector Financiero, Unidad de Integridad de los Mercados Financieros, Banco Mundial y Gerente de Proyecto PEP) y Larissa Gray (Unidad de Integridad de los Mercados Financieros, Banco Mundial) con contribuciones de Delphine Schantz (Programa mundial contra el lavado de dinero, bienes producto del delito y el financiamiento del terrorismo, Unidad de Aplicación de la Ley, de la lucha contra los grupos delictivos organizados y el lavado de dinero, ONUDD), Nina Gidwaney (Unidad de Integridad de los Mercados Financieros, Banco Mundial), y Michael Latham y Carolin Gardner (Autoridad de Servicios Financieros, División de delitos financieros y de inteligencia).