Por Fernando Martínez.

El informe titulado “Lavado de Dinero a Través del Sector del Fútbol”, dado a conocer por el Grupo de Acción Financiera (GAFI), en 2009, concluyó que si se quiere revisar la situación del blanqueo de dinero a través del deporte, el fútbol es el mejor candidato.

Ese mismo año,  el Congreso peruano inició una investigación sobre la crisis del deporte en donde se detectaron supuestamente “indicios de lavado de dinero en los clubes de fútbol”, una actividad que de acuerdo con los cálculos hechos en el país suramericano, maneja ingresos anuales por el orden de los US$ 30 millones.

El presidente de la comisión parlamentaria encargada del caso, Renzo Reggiardo, declaró a la prensa de Lima que “hemos visto que el dinero no ingresa al club de fútbol, sino a cuentas de dirigentes, socios o de terceras empresas”.

Estos hallazgos se lograron por el levantamiento del secreto bancario, análisis tributario y el tema registral, al cual tuvo acceso la comisión desde el año 2009.

Ya la Unidad de Inteligencia Financiera peruana había puesto la mira en algunas actividades “sensibles” que requieren mayor atención por parte de los bancos por ser considerados de alto riesgo. En la lista, además de vedettes y personajes del espectáculo, se incluyen a las figuras vinculadas con el fútbol, reseñó el diario El Comercio.

En esta ocasión, las autoridades peruanas no mencionan vínculos de organizaciones asociadas con narcotráfico con las divisiones futbolísticas, como es el caso de otros países de la región como Colombia. La denuncia gravita alrededor de la evasión de impuestos.

El riesgo de la tercerización

De acuerdo con lo reportado en los clubes de fútbol en general, hay registros de flujos de dinero no bancarizados, como el pago a la planilla de jugadores y cuerpo técnico, además algunas selecciones  tercerizan el cobro de taquillas.

Reggiardo  informó que el manejo de fondos de los clubes profesionales del denominado deporte rey, a través de terceras personas, tanto naturales como jurídicas, debe ser investigado por el Ministerio Público (MP).

Se menciona a la selección del Universitario de Deportes de haber  sido sancionada por defraudación tributaria,  por parte de la entidad recaudadora de impuestos en el Perú. Dicho club creó presuntamente una empresa para administrar los recursos y evitar fiscalizaciones.

El parlamentario insistió que -en este caso- también existen los argumentos para iniciar un proceso por lavado de dinero.

El análisis legislativo  conllevó a sugerir que se investiguen el  Club Alianza Lima, el Sport Boys y el club FBC Melgar, los cuales también han utilizado a terceros. De igual forma se pide al MP proseguir con las investigaciones sobre el presunto lavado de activos a miembros de la Federación Peruana de Fútbol, donde se involucra a su presidente, Manuel Burga.

Hace un año el Departamento de Investigación de Lavado de Activos de la Dirección de Investigación Criminal detectó que supuestamente Burga se apoderó mediante maniobras de US$ 300 mil que correspondían a un Fondo de apoyo al deporte escolar. Por disposición de la 57 Fiscalía Penal de Lima se detuvo la investigación.

El negocio del fútbol

De acuerdo con un informe periodístico sobre el negocio del balompié en la nación suramericana, el cual publicó recientemente el diario económico Gestión, se pueden apreciar algunas cifras:

  • El fútbol de primera división en Perú movió  aproximadamente US$ 30 millones durante 2010.
  • El 60% de los ingresos de los clubes de fútbol corresponden principalmente a derechos de transmisión en medios audiovisuales, el 10% la taquilla y el 30% publicidad.
  • El 5% de los fondos que ingresa a los clubs son de venta de jugadores a selecciones internacionales.

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