Por Brian Monroe.
Como parte del proceso de revisión que adelanta el Grupo de Acción Financiera (GAFI) de sus estándares antilavado de dinero (ALD) y contra el financiamiento del terrorismo (CFT), la flexibilización de las leyes de privacidad de la información financiera es uno de los temas propuestos para las nuevas Recomendaciones ALD / CFT que pudiera ser muy polémico.
El organismo está considerando la opción de recomendar a los países que les permitan a los bancos intercambiar información sobre los clientes relacionados a investigaciones de cumplimiento a través de múltiples jurisdicciones. De igual forma, el GAFI está pensando recomendar una mayor coordinación entre quienes crean y aplican las leyes de secreto bancario y los organismos responsables de combatir la legitimación de capitales.
En el segundo paquete de revisiones propuestas de las recomendaciones del GAFI, publicadas el pasado 6 de julio, el organismo indicó que la implementación de las leyes de secreto bancario pueden en algunos casos limitar la implementación de los requerimientos ALD / CFT y crear bloqueos para el intercambio de información entre las agencias de seguridad internacionales.
Las leyes de privacidad son un tema que el GAFI quiere atender porque las reglas pueden “variar de país en país sobre lo estrictas que son” e impacta la necesidad de intercambiar información durante investigaciones legítimas relacionadas a supuestos crímenes, afirmó John Carlson, administrador principal del GAFI.
Él cree que las personas y los países “tienen el derecho a un apropiado nivel de protección y de privacidad de la información personal”, pero los bancos necesitan tener libertad para revisar las transacciones sospechosas en las empresas y a través de diversas jurisdicciones.
Un banco puede tener un cliente o una empresa en varias jurisdicciones y la empresa debe ser capaz de intercambiar datos rápidamente, “tanto para ahorrar costo como para ser más eficiente”, indicó Carlson, quien no dio mayores detalles sobre la recomendación propuesta.
“Nosotros no estamos hablando de intercambiar información para mercadeo, sino de intercambio de datos para fines de cumplimiento. Eso es muy diferente”, afirmó el representante del GAFI.
Sin embargo, algunos expertos consideran que el organismo pudiera enfrentar una fuerte resistencia internacional en esta lucha contra el secreto bancario.
Defensores del secreto
Durante los últimos 22 años, el GAFI ha creado los estándares internacionales ALD / CFT, pero el grupo “tendrá algunas dificultades para convencer a los países de que es una buena idea facilitar el intercambio” de información de los clientes y otras entidades, advirtió Brendon Tavelli, socio de la firma Proskauer Rose LLP (New York).
Muchos países, incluyendo Argentina, Canadá, Austria, Suiza y la mayoría de los miembros de la Unión Europea, tienen estrictas leyes de seguridad y privacidad de la información que no pueden ser fácilmente enmendadas para ponerlas en sintonía con los nuevos requerimientos del GAFI, precisó Tavelli.
Hay algunos ejemplos de trabajos al respecto, como el de la Ley Gramm-Leach-Billey de 1999 (USA), la cual prohíbe a los bancos proporcionar información personal sobre identificación de los clientes, pero tiene una salida para las instituciones si el intercambio de información es para detectar un fraude, afirmó Tavelli.
Además, las instituciones también pudieran crear otras formas de intercambio, como una autorización para que los bancos intercambien información con las agencias o subsidiarias del mismo banco que estén ubicadas en el exterior si las transacciones superan cierto monto de dinero.
Si un banco no puede obtener información que es crucial en el seguimiento internacional de una transacción procedente de una jurisdicción foránea con leyes de privacidad estrictas, el banco se puede ver forzado a cerrar la cuenta por que los datos necesarios no están disponibles, explicó Helen Hatton, ex evaluadora del GAFI y dueña Sator Regulatory Consulting Limited
Defensores de la privacidad
Los grupos defensores del secretismo bancario están preocupados por la posible posición que asumirá el GAFI en contra de las leyes de privacidad, las cuales pueden causar algunos conflictos, advirtió Daniel Hamilton, director de la organización londinense Big Brother Watch, defensora del secretismo.
A pesar de que “todos quieren ver que se enfrenta el lavado de dinero, la manera de conducirse con las poderosas leyes de privacidad es mediante una negociación país por país”, tratados de alto nivel y acuerdos bilaterales, no con cambios improvisados a las leyes domésticas aplicados solo para apaciguar al GAFI, recomendó Hamilton.
A juicio de William Clark, socio de la firma Drinker, Biddle, and Reath LLP., la presión del organismo multilateral por un mayor intercambio de información, particularmente sobre los dueños y beneficiarios finales, también puede dar lugar a una protesta de quienes están preocupados de que las leyes de privacidad se flexibilicen, porque esto puede hacer que para los criminales sea más fácil averiguar quién es rico, facilitándoles así los secuestros o extorsiones.
“Yo me sorprendo de que más personas no le estén dando la adecuada atención al GAFI en este asunto”. Si la organización “empuja demasiado duro, puede despertar a la gente” y provocar el enojo de las empresas y grupos de defensa de la privacidad, considera Clark.
Es importante destacar que el proceso de revisión que adelanta GAFI de sus 40 Recomendaciones ALD y de sus 9 Recomendaciones Especiales Contra del Financiamiento del Terrorismo finalizará en febrero de 2012.




