Por Colby Adams.
A raíz de las acciones regulatorias y las múltiples investigaciones criminales adelantadas en el sector bancario, las instituciones financieras que operan en México están gastando millones de dólares para mejorar sus programas de lucha contra el blanqueo de dinero.
A partir de 2006, el Departamento de Justicia y los reguladores estadounidenses han investigado las transacciones relacionadas a México de varios de los 20 mayores bancos del mundo. Los casos más notables investigados son los de Wachovia, Citibank, Bank of America, American Express Bank International y Western Union, el negocio de servicio monetario más grande del mundo.
Actualmente, HSBC Holdings Plc está siendo investigado por el Departamento de Justicia de EE.UU. después de que un informe del Senado emitido en julio denunció viejos problemas de cumplimiento de los sistemas de monitoreo y en los servicios de compensación de dólares relacionados a las filiales de Estados Unidos y México.
La reacción del HSBC, que es una institución financiera grande con más de 30 filiales en todo el mundo, ha sido la de asignar fondos adicionales para el cumplimiento antilavado y contratar más personal en México y otras sedes latinoamericanas, aseguró un miembro del equipo de cumplimiento ALD del banco.
En México “estamos contratando más personal para bajar nuestro radio de alertas y, básicamente, estamos rediseñando el programa de cumplimiento entero, poniendo dinero en nuestros sistemas de vigilancia”.
Las críticas del Congreso no fueron solo para el banco: los legisladores también criticaron a la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC por sus iniciales en inglés) por haber esperado hasta octubre de 2010 para emitir una orden de “cesar y desistir”, casi seis años después de haber identificado por primera vez las violaciones múltiples de la Ley de Secreto Bancario. Estos señalamientos hicieron que la OCC se comprometiera a reaccionar con más vigor ante las fallas de cumplimiento de otros bancos.
“Estamos haciendo una nueva ronda de evaluaciones de riesgo, prestando atención no sólo a clientes de alto riesgo, como las personas expuestas políticamente (PEP) y los clientes que utilizan productos riesgosos, sino también a los clientes de bajo riesgo, como las pequeñas empresas ubicadas en el extranjero”, explicó el oficial de cumplimiento, que habló bajo condición de anonimato.
Además del envío sospechoso de miles de millones en efectivo a Estados Unidos, el informe del Subcomité Permanente de Investigaciones (SPI) señala que la filial mexicana del HSBC utilizó un sistema de monitoreo “disfuncional”, tuvo retrasos en la clausura de cuentas vinculadas a actividades sospechosas y no pudo clasificar correctamente como de “alto riesgo” algunos productos financieros mexicanos. El banco podría recibir una multa del Departamento de Justicia que podría superar los US$ 700 millones.
Por su parte el Citibank, que ofrece servicios de banca en México a través de su filial Banamex, ha creado una unidad específica diseñada para cumplir con los requisitos ALD tanto mexicanos como estadounidenses, según informó Salvador Mejía, abogado bancario de Ciudad de México. “Los están entrenando sobre México y EE.UU. Es una gran idea y se van a anotar algunos puntos con los reguladores”, aseguró el experto.
Banamex EE.UU. es sujeto de una orden de consentimiento de la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC por sus iniciales en inglés) emitida el 02 de agosto, pero dada a conocer el viernes, por varios fallos en el cumplimiento antilavado.
La presión interna
En un esfuerzo por impedir que las ganancias del trafico de drogas entren en el sistema financiero, en junio de 2010 los depósitos en dólares en México fueron limitados a US$ 4.000 por mes para los ciudadanos mexicanos, mientras que los turistas no pueden intercambiar más de US$ 1.500 por mes en los bancos aztecas. Una propuesta legislativa introducida en agosto de 2010 para prohibir las compras en efectivo de bienes raíces y otros activos con pagos superiores a 100.000 pesos (US$ 7.700) aún no se ha aprobado.
La adopción de estas restricciones “tuvo un efecto profundo en nuestra forma de ver el riesgo”. El banco ahora monitorea, levanta banderas y compara los grandes depósitos y retiros de efectivo a través de sus filiales de América Latina “en un macro-nivel para ver donde está el dinero y ajustar nuestro cumplimiento en consecuencia”, señaló con Ron King, vicepresidente y oficial jefe ALD del Scotiabank de Toronto (Canadá).
La adopción de límites de depósitos en dólares estadounidenses a los bancos sin aprobar unas limitaciones similares a las compras en efectivo puede haber engendrado la consecuencia no deseada de empujar el riesgo de lavado de dinero hacia los negocios aparentemente legítimos, indicó Marcos Czacki Halkin, consejero general de Daimler Financial Services en Ciudad de México.
La mayor atención al cumplimiento normativo se extiende más allá de las instituciones financieras a los negocios tradicionales, coincidiendo esto con la información difundida en abril de que Wal-Mart está siendo investigado por corrupción. “No son sólo los bancos, esto es un problema más grande”, dijo Halkin.
Wal-Mart, que también opera una unidad de banca pequeña en México, está siendo investigado por las autoridades mexicanas, así como por el Departamento de Justicia y la Comisión de Valores de EE.UU. por ocultar una investigación interna sobre las acusaciones de que funcionarios mexicanos fueron sobornados para que permitieran acelerar la expansión de Wal-Mart en el país.
Independientemente de las iniciativas de supervisión, la Comisión Nacional Bancaria y Valores (CNBV) está paralizada por la alta rotación de personal, debido en parte a que los salarios que paga están por debajo del mercado, así como a la falta de autonomía en la asignación de sus fondos, informó el Fondo Monetario Internacional en marzo.
A pesar de que la acción de los reguladores en México “sigue siendo débil… eventos recientes indican que esta práctica va a cambiar, sobre todo en lo que respecta a las violaciones ALD”, aseguró el informe.
En un raro ejemplo de acción punitiva, la CNBV en julio impuso una multa de US$ 28 millones contra la filial de HSBC México por no haber reportado más de 700 operaciones sospechosas. La suma representa la mitad de los beneficios de la filial para el año 2011.
“Los reguladores de aquí abajo se encuentran bajo una gran presión de los reguladores de Estados Unidos”, dijo Mejía. Por lo tanto, los bancos que han tomado “medidas preventivas” están ganando el favor de los reguladores bancarios, incluyendo la CNBV.
A pesar del creciente poder del narcotráfico y de las expectativas regulatorias, el crecimiento económico y demográfico de México, y la escasez actual de los servicios bancarios hacen que el país sea un destino favorable para los bancos extranjeros, aseguró Mejía.
Los bancos más importantes de México “están bien posicionados para crecer en medio de una economía global incierta”, según un pronóstico económico de Standard and Poors publicado en septiembre.
Todo comenzó con Wachovia
Los problemas de las filiales de HSBC son solo el último ejemplo de incumplimientos graves en México y de la exposición del sistema financiero de EE.UU. al riesgo de lavado de dinero, de acuerdo a Ron King, quien aseveró que “todo esto realmente empezó mucho antes del HSBC… comenzó con Wachovia”, dijo King.
Después de una investigación de dos años, Wachovia, ahora propiedad de Wells Fargo, fue objeto de una acción de cumplimiento en marzo de 2010 después de que narcotraficantes compraron un jet DC-9 con fondos lavados en la unidad del banco en Miami a través de casas de cambio. El avión, capturado por las autoridades mexicanas en abril de 2006, fue encontrado cargado con más de cinco toneladas de cocaína valorada en US$ 100 millones.
Wachovia, que no pudo detectar adecuadamente los fondos ilícitos en el procesamiento de más de US$ 378.000 millones en efectivo a través de las casas de cambio desde 2004 a 2007, pagó una multa de US$ 160 millones al Departamento de Justicia de EE.UU. y la OCC para resolver los cargos.
“Eventos como el de Wachovia y el de HSBC pueden ser sísmicos. Una vez que pensamos que el sector llegó a ser demasiado arriesgado, lo pasamos”, aseveró King.
Después de que un juez mexicano en enero acusó a varias casas de cambio de legitimar fondos del narcotráfico a través de Banco Santander, del HSBC y del Citigroup, la OCC en abril emitió una orden de consentimiento contra el Citibank por no controlar adecuadamente su captura remota de depósitos y el procesamiento efectivo de instrumentos de efectivo internacional a través de su cuenta corresponsal.
En julio, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) señaló que Los Zetas hicieron transferencias de cientos de miles de dólares a través de cuentas mantenidas por una compañía petrolera con sede en Veracruz en el Bank of America para comprar caballos de carrera en Texas y Oklahoma. En agosto, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC por sus iniciales en inglés) designó a la empresa ADT Petroservicios.




