Por Brian Monroe
Inversores británicos que se sospecha han cometido evasión impositiva a través de inversiones en Liechtenstein deben dar información sobre sus bienes o encontrar bancos fuera del principado europeo, según un acuerdo impositivo anunciado la semana pasada.
Según el plan, los ciudadanos británicos identificados por instituciones financieras de Liechtenstein tendrá desde septiembre de este año hasta marzo de 2015 para informar los bines que han ocultado de la entidad a cargo del cobro de impuestos en la última década. Aquellos que los informen pagarán hasta un 10% en multas sobre los impuestos impagos, mientras que aquellos que no cooperen tendrán sus cuentas cerradas en las instituciones financieras de Liechtenstein y serán sancionados en forma total.
El acuerdo es parte de un esfuerzo internacional mayor propuesto por la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCED) y la administración Obama para terminar con los abusos impositivos en los paraísos fiscales, según el vocero de HM Revenue & Customs Patrick O’Brien, quien considera que el acuerdo de Liechtenstein es “revolucionario”.
“Cualquiera que trate de movilizar fondos para evadir impuestos, lo encontraremos”, dijo. “Tenemos información muy importante sobre los evasores fiscales y estamos siguiendo cada caso donde la gente no actuó de forma clara o quiso ocultar sus fondos”.
El acuerdo se traducirá en el escrutinio de cuentas de aproximadamente 5.000 ciudadanos británicos que tienen cerca de 3.000 millones de libras en el principado, según O’Brien. Liechtenstein promulgará leyes de auditoria para asegurar que las instituciones financieras cierren las cuentas de individuos que optaron por no cooperar, según una declaración del gobierno británico.
Los posibles evasores impositivos también tendrán que cumplir con las leyes antilavado de dinero de Liechtenstein, que obligan a los bancos a reportar transacciones por montos elevados en dólares, si deciden transferir el dinero a otro país.
Jeffrey Owens, director del Centro de Política y Administración Fiscal de la OCED, indicó en una declaración que la organización recibía con agrado el anuncio como una señal de que las leyes de secretismo bancario por parte de los evasores impositivos “está llegando a su fin”. Sin embargo, aún persisten algunas dudas acerca de si Liechtenstein aplicará el acuerdo, indicó.
“Un acuerdo es una cosa, pero la aplicación efectiva es otra”, precisó Jennifer Hanley, consultora antilavado de dinero independiente residente en Berlín.
El principado firmó un acuerdo similar en octubre con los Estados Unidos, que entrará en vigencia en enero de 2010. El LGT Bank de Liechtenstein,, y el banco suizo UBS AG han sido criticados por funcionarios gubernamentales en los Estados Unidos y la Unión Europea por facilitar la evasión de impuestos de los EE.UU. y la Unión Europea a través del uso de compañías pantalla.
Los Estados Unidos multaron al UBS AG en la suma de US$780 millones en febrero por las cuentas offshore del banco con clientes estadounidenses, y actualmente está demandando al UBS para que difunda los nombres de unos 52.000 estadounidenses sospechados de evadir impuestos. El banco declaró que la información de los nombres de los titulares de cuentas violaría las leyes de secreto bancario suizas.
Según el acuerdo de Liechtenstein, el Reino Unido “no tendrá los mismos problemas que Suiza y el UBS porque estamos negociando con el gobierno”, dijo O’Brien.




