Por Brian Monroe

 


La Oficina de Supervisión del Ahorro del Departamento del Tesoro de EE.UU. (OTS, por sus siglas en inglés) le ordenó a Downey Savings and Loan mejorar sus procedimientos de identificación de clientes (PIC) y reforzar su programa general antilavado de dinero (ALD).

En una orden de cesar y desistir la OTS también dio instrucciones a Newport Beach -la empresa de Downey en California- para que mejore las presentaciones de sus reportes de operaciones sospechosas y la capacitación del personal, y se asegure que su departamento de cumplimiento tenga los recursos suficientes para disminuir adecuadamente los riesgos relacionados con la Ley de Secreto Bancario (LSB).

Si bien muchos procedimientos de cumplimiento iniciados por los reguladores estadounidenses desde la promulgación de la Ley Patriot -hace más de cinco años- se concentraron en transacciones sospechosas, pocos ordenaron revisiones de la información de los clientes. La orden de cesar y desistir emitida por la OTS es la segunda de ese tipo, según un análisis hecho por Fortent Inform y LavadoDinero.com.

Downey debe tener procedimientos de diligencia debida “adecuados y efectivos” para grupos de clientes considerados de mayor riesgo LSB/ALD, como las “cuentas de residentes no estadounidenses, las cuentas comerciales y de negocios, los clientes que tienen una importante actividad de transferencia y los que generan múltiples reportes de transacciones en períodos de 12 meses”, indicó la orden.

Downey tiene 30 días después de que se realice la próxima reunión de su junta directiva para modificar sus políticas LSB y 45 días para contratar a un consultor para ayudarle a elaborar un programa ALD nuevo y revisar todas las cuentas. La institución debe revisar los clientes de mayor riesgo del último año.

El banco tenía activos por US$14.700 millones y 147 sucursales en California y Arizona, de acuerdo con los estados financieros de la compañía publicados en abril.

Concentración renovada en clientes

La institución debe revisar sus registros de clientes desde octubre de 2003 hasta la fecha de la orden. La idea es identificar cualquier información PIC faltante para los clientes de mayor riesgo, obtener esa información la próxima vez que llamen por teléfono o que visiten la sucursal, e ingresarla en una base de datos automática.

Nelson Everhardt, Presidente de Everhardt and Associates, de Charlotte (Carolina del Norte) y ex ejecutivo de cumplimiento de Bank of America, dijo que la orden no significa un giro total respecto de la revisión por parte de los reguladores de los temas ALD de las transacciones de los clientes. Pero la naturaleza normativa de la sección PIC en la orden a Downey “no es nueva”, indicó.  “El PIC recibe mucha atención de los reguladores. No es exactamente lo mismo que el CSC o la diligencia debida, pero es un elemento importante de ambos”.

Everhardt dijo que algunas instituciones más pequeñas tienen una “actitud floja” con relación a los requisitos PIC: “Ellas consideran que las reglas no se le aplican a ellas,.porque no tienen muchas cuentas de alto riesgo”. Algunos bancos simplemente no realizan un seguimiento y actualización de sus carpetas y archivos. El experto en cumplimiento explicó que una institución puede meterse en problemas por abrir una cuenta comercial a una empresa que todavía no tiene aprobada su acta de constitución y estatuto, y luego al banco se le olvida hacer el seguimiento de esa situación. “Existen muchos elementos en un programa ALD… no se puede aflojar el ritmo con ninguno de ellos”, agregó.

“No hay entrada gratis”

El presidente y director ejecutivo de Downey, Daniel Rosenthal, afirmó que la institución “ya comenzó a trabajar para tomar medidas inmediatas para solucionar los temas regulatorios” y espera que estos actos no dañen la actividad de la compañía.

Andrew Sandler, socio de Skadden, Arps, Slate, Meagher & Flom, en Washinton, D.C., también expresó que no había visto que los reguladores en todo el sector le prestaran más atención a las prácticas PIC en las revisiones. Pero eso no es una entrada gratis para los bancos perezosos, afirmó.

Los reguladores sancionarán “dependiendo de las circunstancias” y no dudarán en castigar a un banco si encuentran deficiencias, tanto en la identificación del cliente como en las transacciones, señaló Sandler, quien agregó que “han habido procedimientos de cumplimiento” en ambas áreas en los últimos años.

La OTS no es el único regulador que le dio instrucciones detalladas a una institución financiera para que mejore sus estrategias PIC. En abril, la Administración Nacional de Uniones de Crédito le ordenó a Unión de Crédito Federal Española-Estadounidense, con sede en Dover (Nueva Jersey), que asegurara la identidad de sus 4.000 miembros verificando el número de seguridad social, la identificación de los empelados y los números de identificación impositiva.

La Unión de Crédito también tuvo que revisar la información de sus directivos para verificar si se encontraban en la lista de Nacionales Especialmente Designados de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) y otras listas de vigilancia de terroristas.
(Ver, NCUA orders New Jersey Credit Union to review customer ID numbers).

Recursos Relacionados

Cease and Desist: Downey Savings and Loan Association, U.S. Office of Thrift Supervision Aug. 30, 2007