Funcionarios federales cerraron tres concesionarios de automóviles de Chicago, acusando a los dueños de haber lavado US$9,3 millones en un artilugio que proveyó a bandas de narcotraficantes con automóviles de lujo a cambio de pagos en efectivo.
Hasta el momento, oficiales del FBI y de la DEA de EE.UU. han incautado 100 automóviles, y arrestaron empleados de Amer Leasing Sales, American Car Exchange, y SHO Auto Credit.
Según una acusación de 127 páginas firmada por el juez Arlander Keys, los gerentes y dueños de los concesionarios vendieron Jaguars, BMWs y Cadillacs a los narcotraficantes y a otros y registraron el precio de venta en menos de US$10.000.
En la mayoría de los casos, los automóviles fueron vendidos por mucho más dinero, señalan los fiscales.
Las personas arrestadas fueron Amir Hosseini, que se describe como el líder del complot, Roy Bambouyani, empleado de un concesionario propiedad de Hosseini, Ramona Rodríguez, gerente de un concesionario, y Hossein Obei, dueño de American Car Exchange, señalaron los oficiales.
Enfrentan cargos de fraude bancario, fraude de correo, conspiración para lavar dinero (Título 18 USC Sec. 1956(a)(1)(b)), de participar de transacciones de más de US$10.000 derivado de la venta de narcóticos (Título 18 USC Sec. 1957), y de estructurar transacciones para evitar las obligaciones de reportaje (Title 31 USC Sec. 5324, 5322 (b)).
La acusacion presentada establece causa probable, que deja el camino libre para el arresto. Los documentos de la corte no indican cuánto dinero los acusados supuestamente ganaron con el complot.
Dinero de la droga lavado a través de la venta de automóviles
Al preparar el caso, los investigadores del FBI y la DEA utilizaron información de testigos, incluyendo narcotraficantes arrestados y ex miembros de las pandillas de Chicago que admitieron haber comprado docenas de vehículos de Hosseini.
Por ejemplo, un narcotraficante arrestado y ex miembro de la pandilla Latin Kings dijo que compró 17 vehículos de Hosseini entre 1998 y 2001.
Otro informante trabajó en una de las agencias que supuestamente participó en el complot. Dijo a los investigadores que entre 1997 y 2001, la compañía movió hasta 800 automóviles, siempre por debajo de la barrera de los US$10.000, dijo el fiscal Randall Samborn.
La Sección 5331 de la Ley de Secreto Bancario obliga a algunos negocios incluyendo los concesionarios de automóviles que informen transacciones en efectivo por US$10.000 o más utilizando el formulario de IRS/FinCEN 8300, el equivalente para otros negocios al formulario de Informes de Transacciones en Efectivo de las instituciones financieras.
Los bancos jugaron un papel
Por lo menos una porción del supuesto dinero de la droga pasó por cuentas de cuatro bancos: Parkway Bank and Trust; Bank One; Broadway Bank and Trust; y Harris Bank and Trust, según la acusación. Ninguno ha sido acusado.
Según informes de prensa, los investigadores federales y locales de Chicago también congelaron cuentas bancarias, allanaron casas e incautaron cajas de documentos financieros.
Un representante de Bank One en Chicago no quiso comentar sobre el caso. Parkway Bank and Trust, Broadway Bank and Trust y Harris Bank and Trust no respondieron llamadas buscando comentarios.
Las regulaciones bajo la Ley USA Patriot todavía están pendientes
Con la promulgación de la Ley USA Patriot en 2001, todos los negocios definidos por la Ley de Secreto Bancario como “instituciones financieras”—incluyendo “negocios vinculados con la venta de automóviles”—están obligados a mantener programas antilavado.
En febrero de 2003, la Red de Control de Crímenes Financieros de EE.UU. (FinCEN por sus siglas en inglés) emitió una notificación buscando comentarios sobre las propuestas regulaciones que cubren estos negocios, pero todavía no se emitieron regulaciones finales.




