El presidente de la Unidad de Información Financiera de Argentina, José Sbattella, afirmó que “una de las principales causas del lavado de dinero en la Argentina responde a un problema histórico del país, que es la enorme cantidad de divisas fugadas del país”.

Durante su participación en un seminario organizado en Buenos Aíres, Sbattella explicó que este problema responde a “la cultura de atesorar dólares en cajas de seguridad por parte de los ciudadanos, estimada en unos US$ 60.000 millones”.

“La porción más rica de la sociedad tiene su dinero por fuera del sistema financiero y sin explicación clara de su origen. Esta tendencia sólo puede ser revertida, en el corto plazo, reforzando las regulaciones que controlan las operaciones de divisas y, en el largo plazo, instando a que la gente adquiera conciencia sobre las implicancias del delito de lavado”, precisó el titular de la UIF.

En relación a la Ley de Oferta Pública, Sbattella afirmó que “es un gran paso, ya que posibilitará el acceso al mercado de valores, títulos y acciones de manera más transparente, y aumentarán las opciones de inversión”.

La fuga de divisas, el lavado de dinero y las operaciones de cambio de monedas en el mercado negro son elementos que suelen interactuar simultáneamente. En Latinoamérica hay varios ejemplos que pueden ser mencionados.

El Caso Brasileño

En el año 2004, las autoridades brasileñas realizaron la operación “Farol”, mediante la cual desmantelaron una red de cambiadores ilegales de divisas, conocidos como Doleiros, mediante los cuales se estaba produciendo una enorme fuga de capitales calculada en US$30.000 millones.

Ese canal de los “doleiros” fue utilizado también por el narcotráfico, el contrabando y otras actividades ilegales, para remitir su dinero al exterior. Así lo afirmó la Comisión de Investigación Parlamentaria que presentó un informe sobre la masiva salida de dólares en Brasil.

“Los doleiros operaron de manera irregular o ilegal con compañías que se hacen llamar turísticas o casas de cambio, pero que actuaron como bancos offshore”, explicó en aquel entonces Wagner Castilho, jefe de la policía federal en Sao Paulo.

Entre los detenidos estaba el número uno de los “doleiros” a nivel nacional: Antonio Oliveira Claramunt, conocido como Toninho da Barcelona.

El Caso Venezuela

Más recientemente Venezuela ha experimentado una riesgosa relación entre mercado negro de dividas, fuga de capitales y lavado de dinero. A partir de la implementación de un severo control de cambio de divisas por parte del gobierno, los comerciantes y venezolanos interesados en obtener una cantidad mayor de dólares que la permitida por las autoridades mediante los llamados “cupos”, han recurrido a un activo mercado negro.

“Se puede hablar de un doble mercado negro: el local y el internacional. El más peligroso es el primero, porque siendo uno de los principales países de tráfico de drogas en el mundo es muy fácil que el dinero de los narcos se filtre en ese mercado informal de calle en el que comercializan dólares y euros”, afirmó un oficial de cumplimiento venezolano de un banco estatal.

“El mercado negro de cambio internacional suele ser menos riesgoso, porque el que cambia generalmente no es un delincuente, sino alguien que está en el exterior y quiere mandar dinero para Venezuela. Sin embargo, este es el mercado que genera una enorme fuga de divisas”, aseguró el empleado bancario, quien pidió mantener su nombre en reserva.