Por Colby Adams y Monroe Brian.
Los bancos en Suiza serán los primeros en revelar la información financiera de sus clientes estadounidenses directamente a los funcionarios de Estados Unidos, en lugar de emitir reportes al gobierno suizo, gracias al acuerdo de cooperación fiscal bilateral firmado entre ambas naciones.
El 14 de este mes Suiza se convirtió en el primer país formalizar un Acuerdo Intergubernamental (AI), por lo cual las instituciones financieras suizas tendrán que solicitar exenciones de parte de sus clientes estadounidenses para compartir sus nombres, saldos en cuentas y datos con el Servicio de Rentas Internas (IRS por sus iniciales en inglés). Los clientes que se nieguen serán reportados a las autoridades suizas, quienes luego revelarán su identidad a sus contrapartes estadounidenses.
El convenio responde a uno de los dos modelos de AI introducidos por las autoridades estadounidenses el año pasado. Según el otro modelo ya formado con 7 países, los bancos compartirán los datos de sus clientes estadounidenses con sus gobiernos, que luego enviarán la información a la agencia fiscal de Estados Unidos. Estos acuerdos son una alternativa a las disposiciones de la Ley de Cumplimiento Fiscal de Cuentas en el Exterior (FATCA por sus iniciales en inglés).
Los funcionarios de Estados Unidos han firmado ocho acuerdos FATCA y esperan negociar unos 50 más, pero “este podría ser el acuerdo más importante hasta el momento, al menos simbólicamente, por no decir prácticamente”, afirmó Roger Wise, un abogado de impuestos con KL Gates en Washington, D.C.
“En términos del proyecto de lograr poner en funcionamiento la ley FATCA, obtener este acuerdo con Suiza y conseguirlo en esta etapa temprana es un paso importante para llegar a otros países como Luxemburgo e Irlanda, o incluso Hong Kong y Singapur”, afirmó Wise.
Este acuerdo “hará que otros evasores fiscales lo piensen dos veces para ocultar dinero en Suiza, al colocar a los bancos de ese país en una pecera”, precisó Jeff Neiman, quien trabajó como fiscal federal en el caso de fraude fiscal contra UBS AG.
Las instituciones financieras suizas presionaron al gobierno para aceptar el segundo modelo de acuerdo, en parte debido a la preocupación de que los funcionarios suizos no pudieran proteger suficientemente los datos de las cuenta, aseguró Sindy Schmiegel, portavoz de la Asociación de Banqueros Suizos.
Los datos que se presentarán incluyen los nombres, direcciones, números de identificación del contribuyente, números y balances de las cuentas de clientes estadounidenses que tengan un saldo igual o superior a US$ 50.000.
“No queremos que los gobiernos locales recojan datos que podrían ser utilizados para cualquier otro fin” o que sean compartidos internacionalmente sin una supervisión adecuada. “Nuestra filosofía es que el gobierno obtiene sólo lo que es estrictamente necesario para determinados procesos”, afirmó Schmiegel.
El acuerdo será caro para algunos bancos, especialmente los grandes, los cuales podrán tener costos de hasta CHF 100 millones. Las instituciones medianas gastarán decenas de millones de francos suizos, según la estimación de Schmiegel. Como resultado, algunos bancos suizos han optado por dejar a sus clientes estadounidenses.
Aunque Suiza seguirá siendo el mayor centro financiero offshore en los próximos años, los acuerdos fiscales más estrictos reducirán el flujo de activos de Europa Occidental hacia el país, según un informe de mayo 2012 del Boston Consulting Group.
“Si las tasas recientes de crecimiento se mantienen constantes, es posible que Singapur y Hong Kong combinado superarán a Suiza como centro financiero offshore en términos de tamaño en los próximos 15 a 20 años”, dijo el informe.




