Seguramente muchos (al igual que yo) pensaron que las enormes multas impuestas por los reguladores de Estados Unidos es la principal preocupación del personal de riesgos y cumplimiento de las instituciones financieras que operan en este país. Pues parece que no es así.
Hace unos días revisaba un material del Foro Sobre Administración de Riesgos de la Asociación de Banqueros Americanos (ABA por sus iniciales en inglés) realizado en la ciudad de San Luis el pasado mes de abril y me encontré que entre las dos principales preocupaciones que tienen los miembros de la ABA no están las multas (quizás porque saben que las ganancias de los bancos son más elevadas que las sanciones, jejeje). Veamos entonces qué les quita el sueño:
1) Los riesgos cibernéticos (ciber-riesgos). Estas amenazas están generando la mayor cantidad de cambios operacionales dentro de las instituciones. Uno de los aspectos más cruciales es el riesgo de ciberataques a través de proveedores o terceras partes asociadas a la institución, incluso algunos bancos ha cortado las relaciones con diversos proveedores por considerar que sus sistemas representan un peligro para los sistemas internos.
2) La resistencia del Front-Line a la gestión de los riesgos. Debo confesar que esto me sorprendió, no pensé que podía generar tanta preocupación en los equipos de gestión de riesgos, pero al leerlo me convencí de que debe ser un problema generalizado en la banca mundial.
La resistencia del personal de primera línea hacia las medidas surgidas del proceso de administración de riesgos se debe principalmente a que afecta algo muy importante: sus bolsillos. Esto lo explicó claramente en el foro Ryan R. Rasske, vicepresidente de riesgo y cumplimiento de la ABA: “Las personas de primera línea en los bancos todavía es evaluada en base al rendimiento que generan, y cuando usted trae [la gestión de] riesgos a la discusión, se genera un conflicto directo” con los intereses de esos trabajadores.
Este segundo riesgo genera un gran desafío para la gerencia bancaria, porque no solo exige cambios y la implementación de programas de capacitación para que el personal de front-line acepte la importancia del riesgo, sino que requiere algo que es mucho más complicado de lograr: un cambio cultural en la forma de hacer negocios del área comercial.
Una buena recomendación la dio Brian C. Williams, vicepresidente de riesgos del FirstMerit Bank NA: “Nuestro mayor objetivo es estar seguros de que la gestión de riesgos se perciba como un verdadero aporte de valor”.