Las cifras reveladas por las autoridades británicas sobre el “de-risking” bancario no solo sorprenden, sino que preocupan por el impacto que pueden tener para las empresas de pequeño tamaño y los mercados donde operan. Lo más triste es que ahora el “cumplimento ALD” se ha convertido en la excusa perfecta para descartar a miles de clientes bajo el argumento de que son de “alto riesgo”, aunque la verdadera razón esté más asociada a la rentabilidad potencial de la relación comercial.
“Los bancos no deben utilizar el ALD [antilavado de dinero] como una excusa para el cierre de las cuentas cuando las están cerrando por otras razones”, dijo este 25 de mayo la Autoridad de Conducta Financiera (FCA por sus iniciales en inglés) británica en una clara alusión a que la banca inglesa está utilizando al cumplimiento como “chivo expiatorio” cuando no quieren asumir el riesgo y los costos asociados a algunos clientes.
Si bien las autoridades británicas reconocen el derecho de los bancos a seleccionar con quien hacen negocios, la FCA emitió un fuerte informe que demuestra la actitud poco ética y discriminatoria aplicada contra ciertos tipos de negocios, principalmente pequeños, como los transmisores de dinero, casas de empeño, compañías de tecnología financiera y organizaciones caritativas de ciertas áreas geográficas.
En el reporte se indica que en 2014 un banco cerró 2.500 cuentas de organizaciones caritativas; sin embargo, sólo 59 habían sido catalogadas de “alto riesgo” por motivos de cumplimiento. En otro banco se detectó que únicamente el 0.013% de las cuentas de pequeños negocios que fueron cerradas tenían una justificación asociada al cumplimiento antilavado.
A pesar de los llamados que han hechos algunas autoridades al sector bancario, aún el cierre de cuentas sigue afectando a bancos y negocios de todo del mundo, generándoles estrés e incomodidad al tener que asegurar arreglos alternativos o realizar cambios en la forma de hacer negocios.