Por el Departamento Editorial.
El soborno representa uno de los tantos aspectos negativos que amenazan los negocios de la actualidad, pues están presentes en todo tipo de empresas o instituciones, diluyendo las relaciones comerciales. A partir de esto, diferentes organizaciones a nivel mundial se dedican a contrarrestar este tipo de acciones con el fin de crear sistemas financiaros más sólidos y confiables.
Siendo parte de la corrupción, el soborno se localiza como uno de los agentes más comunes (y dañinos) de las finanzas en la sociedad actual, manchando las estructuras comerciales de los sistemas de todo el mundo, por lo que es de suma importancia tomar medidas en contra del mismo y minimizar su efecto.
Lavadodinero.com presenta un extracto de Guía Antisoborno Global*, presentada por la organización Transparencia Internacional este mes de octubre, donde se ofrecen valiosas recomendaciones para el sector corporativo. La guía detalla seis etapas de un ejercicio de evaluación de riesgos, el cual explora paso por paso los aspectos a tomar en cuenta para prevenir y mitigar los posibles daños que causan el soborno y actitudes corruptas afines.
Guía Antisoborno Global – Mejores Prácticas Para Empresas del Reino Unido y del Extranjero
La evaluación del riesgo es la base para el diseño de un programa anti-soborno eficaz. Se trata de un procedimiento continuo que da a la empresa una visión sistemática y priorizada de dónde se encuentran los riesgos de soborno inherentes más significativos. Los resultados de las evaluaciones de riesgo se utilizan para diseñar los controles para mitigar los riesgos de soborno priorizados. El proceso es crítico ya que la información obtenida a través de la evaluación del riesgo modelará el diseño del programa anti-soborno y asegurará mediante evaluaciones de riesgo repetidas que el diseño es siempre válido y mejorado. La mayoría de las grandes empresas tendrán procedimientos bien establecidos de evaluación de riesgos y programas contra el soborno y, por lo tanto, el proceso descrito en esta sección del portal debe ser visto como un medio de análisis de brechas y mejora continua.
Un procedimiento de evaluación de riesgos de buenas prácticas brinda a la empresa una visión sistemática y objetiva de los riesgos de soborno.
Todas las empresas enfrentan riesgos de soborno en cierta medida, pero las empresas no pueden estar seguras si han adoptado el enfoque de riesgo adecuado y han diseñado los controles adecuados si no conocen:
– La magnitud de los riesgos.
– ¿Dónde están los riesgos?
– ¿Cómo pueden ocurrir los sobornos?
– ¿Cuáles son los mayores riesgos para la compañía?
– Lo que hace que los riesgos de soborno sean más probables.
La evaluación del riesgo es una metodología que deben aplicar compañías de todos los tamaños y la diferencia radica en la escala y profundidad del proceso. Los principios rectores comunes para la evaluación de riesgos son:
• Metódico: es un procedimiento sistemático y recurrente.
• Vigilancia: requiere una lluvia de ideas, una mentalidad abierta y actitud vigilante para estar alerta a los riesgos.
• Integralidad: cubre el conjunto de las actividades de la empresa.
• Enfocado: los recursos no son infinitos y el enfoque debe estar en los riesgos reales más significativos.
Seis etapas de un ejercicio de evaluación de riesgos
Se identifican seis etapas para el proceso de evaluación de riesgos contra el soborno:
1. Asegurar el compromiso y la supervisión de alto nivel: el compromiso de alto nivel es clave para una gestión eficaz del riesgo. El consejo y la alta dirección proporcionan liderazgo y compromiso para impulsar una evaluación adecuada y continua del riesgo y asegurar que el proceso no vacile, ni pierda calidad.
2. Planificación, alcance y movilización: la fase de planificación prepara el terreno para el proceso de evaluación de riesgos. Un equipo de planificación debe considerar los siguientes aspectos: designación del líder del proyecto, definición de las partes interesadas, asignación de responsabilidades del equipo, identificación de fuentes de información, elaboración de un plan para la evaluación de riesgos, comunicación del plan y requisitos a los participantes en el ejercicio.
3. Recopilar información: crear un catálogo completo de los riesgos de soborno inherentes a los cuales la empresa podría estar expuesta de manera plausible en virtud de la naturaleza y ubicación de sus actividades.
4. Identificar los riesgos de soborno: el objetivo de esta etapa es identificar y examinar las actividades y los factores de riesgo que podrían aumentar la exposición de la empresa al riesgo de soborno.
5. Evaluar y priorizar los riesgos: la etapa de evaluación de riesgos analiza y prioriza las formas de soborno identificadas en la etapa 3, teniendo en cuenta los factores de riesgo en la fase 4. La práctica común es aplicar dos variables para priorizar los riesgos: probabilidad de ocurrencia y el potencial impacto adverso.
6. Utilizar el rendimiento de la evaluación de riesgos: los resultados de las evaluaciones de riesgo se aplican a una revisión del programa anti-soborno y a la medida en cuales de los controles existentes necesitan modificaciones o adiciones.
* Traducción realizada por el equipo de producción de Lavadodinero.com.
Documento Relacionado
– Guía Antisoborno Global – Mejores Prácticas Para Empresas del Reino Unido y del Exterior – Octubre de 2017 (inglés)




