Por el Departamento Editorial.

    A pesar de que las iniciativas para imponer obligaciones de cumplimiento antilavado a los fondos de alto riesgos han sido frenadas desde hace más de una década, 2015 parece ser el año en que el gobierno de Estados Unidos incluya al sector dentro de las estrictas regulaciones establecidas para el resto de las instituciones financieras.

    Se espera que durante las próximas semanas el Departamento del Tesoro emita una propuesta de regulación antilavado para los fondos de alto riesgo y los llamados “big money managers”, luego de que la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca aprobó en julio el proyecto normativo presentado por la Red de Control de Crímenes Financieros (FinCEN, su sigla en inglés), que es el primer paso antes de que se someta la propuesta a una revisión pública.

    Aunque no se han dado muchos detalles de los controles, se espera que la regulación incluya a los administradores de fondos registrados ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus iniciales en inglés), incluidos los fondos de alto riesgo que manejen más de US$ 150 millones.

    La propuesta normativa especifica que un “programa antilavado de dinero con los estándares mínimos de cumplimiento debe ser establecido por ciertos asesores de inversión y se les exige reportar operaciones sospechosas a FinCEN”. Además, deberán realizar la debida diligencia necesaria para determinar el origen de los fondos. 

    El principal argumento usado durante años por los asesores de inversión para no cumplir regulaciones ALD, es que los fondos que ellos manejan son procedentes de instituciones financieras, quienes ya tienen establecidos procesos de monitoreo y control.

    Las propuestas para regular a los asesores y fondos de inversión no son nuevas. En 2003 una iniciativa similar fue rechazada por el gobierno del entonces presidente republicano George Bush.  Sin embargo, bajo la presidencia de Barack Obama varios funcionarios públicos han venido anunciando la norma.

    En el mes de noviembre, el entonces subsecretario del Departamento del Tesoro para terrorismo e inteligencia financiera, David Cohen, advirtió en una conferencia que el gobierno estaba trabajando en una regulación para incluir a los asesores de inversión en las normas ALD para que presenten reportes de operaciones sospechosas y cumplan con las obligaciones establecidas para las instituciones financieras, debido a que “tienen una visión única de los clientes y de sus transacciones”.